La respuesta negativa de la mayoría de la gente al llamado a huelga general para ayer que hicieron los grupos de siempre, que se autodenominan “populares” es evidencia clara de que el dominicano está madurando. Tal y como expresé en uno de mis comentarios de este lunes, no es que el ciudadano prudente no sienta los problemas ni que esté en desacuerdo con que estos se resuelvan; es que ya se sabe que las huelgas y paralizaciones son los medios para algunos holgazanes justificarse como supuestos líderes y conductores de grupos.
Además, que de tantas y tantas paralizaciones que se han llevado a cabo aquí, ¿de cuál se podrían exhibir logros beneficiosos para las mayorías?
De ahí, que la muy madura respuesta de ayer en inobservancia del llamado a huelga la veamos como una muestra de avance y conciencia de los dominicanos.
Mientras, como decía Rodriguito, la vida sigue su agitado curso…
Es por otra cosa
No es verdad que hay problemas en las relaciones bilaterales de los gobiernos dominicano y venezolano por el manejo de los recursos que surgen de la aplicación del Acuerdo de Petrocaribe.
Ciertamente, hay una quisquilla entre algunas de las áreas radicales del régimen del presidente Hugo Chávez con el Gobierno dominicano, pero el affaire no involucra el importante pacto regional.
Todo viene, según me informé adecuadamente, después que la delegada de República Dominicana ante el Comité Interamericano de los Derechos Humanos, un organismo de la Organización de Estados Americanos con sede en San José, Costa Rica, facilitara con su voto que en el organismo pasara una resolución que reclama al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela respeto a los derechos de un político de oposición que busca ser candidato presidencial para las elecciones de octubre en la patria de Bolívar.
Esa es la cosa…
