Aparentemente una mujer gorda del Caribe y un hombre palestino no se parecen en nada. Pero ¿qué tienen que ver la una con el otro? Sencillo: que son «botáos», pues tal parece que no tienen lugar en este mundo. Con esa reflexión común y con humor, inocencia y chispa, Teatro Divergente ha creado dos monólogos que muestran las dificultades que enfrenta el pueblo palestino, por un lado, y la mujer considerada gorda, por otro, para encontrar su lugar en el mundo. Se titulan: «¿Dónde están las galletas? Historia de un palestino», escrito e interpretado por Tomás Rubio y «La gorda», escrito e interpretado por Ingrid Luciano. La dirección es de ambos.
Se trata de dos monólogos para sanar con la risa, los tantos llantos provocados a millones de botados y botadas, marginados y marginadas de nuestra sociedad.
Se presentan este domingo 22 de abril a las 6:30 p.m. La entrada son 250 pesos y la salida es totalmente gratis. La Sala Goico se encuentra en el 2do. nivel del restaurante Falafel, ubicado en la Padre Billini esq. Sánchez, Zona Colonial.
Teatro Divergente es una compañía que combina el teatro popular y el clown. Va a las calles, plazas, escuelas, barrios y a cualquier lugar para divertir a la gente con un mensaje de esperanza… divergente.
«La Gorda», una obra llena de humor, drama e inocencia, es un homenaje a las mujeres que han pasado por la presión de adelgazar debido al bombardeo de los medios de comunicación y la discriminación. Un mensaje de aceptación y cuidado del cuerpo, sin las obsesiones impuestas por las marcas y las modas.
Y con el monólogo «¿Dónde están las galletas?», Teatro Divergente no espera solucionar el conflicto entre Palestina e Israel. Pero afirman que si ríen con ellos, quizás aquellos que tan seriamente impiden la risa de los pueblos, comiencen a quedarse sin argumentos serios.
