Cuando se cumplen 200 años del natalicio de Juan Pablo Duarte, la socióloga Olaya Dotel, el jurista Ramón Antonio Veras, Fray Santiago Bautista y el historiador Jorge Tena Reyes coinciden en afirmar que el ideal del patricio ha estado ausente en el actuar de la clase política dominicana, aunque sin dejar de reconocer que sí ha habido quienes con su proceder han honrado al fundador de la patria.
Ante la pregunta de elCaribe de si la clase política dominicana ha honrado el ideal de Duarte, éstos, tras esbozar brevemente la historia dominicana, pusieron en perspectiva lo que fue el pensamiento del padre de la patria, a fin de traerlo a nuestros días.
Los señalamientos coinciden, además, con las revelaciones del Barómetro de las Américas dadas a conocer recientemente en el sentido de que los partidos políticos -y por ende la clase política- son las instituciones más desacreditadas y menos creíbles del país.
De acuerdo con la socióloga Olaya Dotel, la idea que de la democracia tenía Duarte ha cambiado, por lo que se hace necesario contextualizarla al siglo actual.
“De Duarte tenemos una democracia inclusiva y abrazando las ideas nuevas que acompañaban la democracia en ese momento, que era la soberanía e independencia de los pueblos. Menos que la soberanía hoy día se habla más de comunidad de pueblo, se habla de Caricom, se habla de Comunidad Europea, se habla de unión, de asociatividad de los pueblos y de una ciudadanía inclusiva”.
Para Fray Santiago Bautista, “Si Duarte viniera hoy día al país vendría como lo hizo Cristo, con un látigo en las manos a azotar a una clase política que no ha honrado su sacrificio ni su pensamiento, una clase política que ha traicionado a su propio pueblo y que ha actuado para su beneficio personal”.
El abogado Ramón Antonio Veras entiende que “no existe en nuestro país clase política: existen políticos y politiqueros. Políticos, aquellos que se decían a hacer actividades en el seno del pueblo en procura de lograr solución para los grandes problemas que afectan a las grandes mayorías nacionales, mientras que por el contrario los politiqueros son aquellos que han hecho y hacen del accionar político una actividad para beneficio personal, lucrativo, y para estos lo que se llama pueblo ni cuenta para nada, a no ser que con sus votos legalicen las instituciones del Estado”.
Mientras que el historiador Jorge Tena Reyes dice que “si vemos el ideal de Duarte de una república libre, soberana e independiente de cualquier nación extranjera o se hunde la isla, si vemos sus planteamientos cuando crea La Trinitaria, si vemos la idea de país que él aspiraba en aquella carta a su familia en la que pide despojarse de todos sus bienes para ayudar a liberar la patria, vemos entonces que el ideal de Duarte, su pensamiento, quedaron frustrados”. l
LOS EXPERTOS
Olaya Dotel
Socióloga
“Dominicanos somos todos no importa el color, no importa de dónde vengamos, pues la dominicanidad hoy en día es pensar en los hijos de descendientes de haitianos, las mujeres, la elección de la sexualidad, y los políticos dominicanos han dialogado poco sobre la base del pensamiento duartiano, con el lenguaje de la inclusión y de apertura democrática. Los políticos de hoy en día muestran poca disposición al relevo democrático. Cuando Duarte formó La Trinitaria era un joven de menos de 30 años, pero los políticos dejan poco espacio a los jóvenes, les niegan el relevo dentro de los partidos, aunque vemos cómo la juventud se está abriendo su propio espacio. Actuar como Duarte es promover la democracia directa con mayor participación de los jóvenes”.
Fray Santiago Bautista
Sacerdote
“El bicentenario encuentra al país en una especie de España Boba: está hipotecado, colonizado, pero aún hay esperanzas en esos jóvenes que protestan y desean un país más digno. Los políticos no han hecho política como la veía Juan Pablo Duarte, que afirmaba que es la ciencia más pura y más diga después de la filosofía, y hoy lo que se quiere mantener en el país es el engaño, es la traición, la impunidad, la aplicación de una política neoliberal que impide el desarrollo integral del ser humano. Duarte, hoy en día, se sentiría muy decepcionado de los políticos dominicanos. Solo hay que ver que nuestra Constitución ha sufrido a lo largo de estos 168 años de vida republicana 39 modificaciones para conveniencia partidista y de grupos”.
Jorge Tena Reyes
Historiador
“El ideal de Duarte se rompe en el 1861 con la anexión a España, y luego de la restauración, cuando asume el poder Buenaventura Báez, vemos cómo buscó afanosamente el protectorado de otras potencias, sobre todo de los Estados Unidos. Vemos el desastre económico de Báez, y el gobierno de Ulises Hereaux, que culmina con la invasión de 1916, entonces tendríamos que decir que el accionar político frustró el ideal de Duarte, y eso fue lo que pasó en 1861, en 1916 y en 1965. Lo que sucedió a partir de 1844, la anexión a España, fusilamientos, como el de María Trinidad Sánchez, vemos entonces que el ideal de Duarte se va perdiendo. Pero de él queda su enseñanza, de Duarte queda su moral, pero su proyecto político se quedó frustrado.
Ramón Antonio Veras
Abogado
“En el país han existido y existen hombres y mujeres que con su accionar, con su comportamiento, con su actitud, han honrado el pensamiento de Juan Pablo Duarte, pero lamentablemente hoy esos no son los más, porque la politiquería dominicana tiene preeminencia sobre el accionar político decente.
No podemos ignorar que el deterioro de la sociedad dominicana actual es expresado en el agrietamiento de la familia, de las instituciones del Estado, y de los partidos políticos, tradicionales, han colocado la figura y el pensamiento de Duarte en un tercer o cuarto plano. A lo mejor de nuestro país, a lo que aquí no está contaminado por el fenómeno de la corrupción, corresponde relanzar el país, para crear una república nueva”.
Fray Santiago
“El bicentenario de Duarte encuentra al país en una especie de España Boba: un país colonizado, un país hipotecado”.
