Santiago.-La Iglesia Católica advierte que a medida se acerca el 20 de mayo, el ambiente electoral se torna cada vez muy agresivo, al punto que algunos actores del proceso están llenando a la población de miedo.
Expresa que al parecer la clase política no se da cuenta que con esa actitud pueden provocar una abstención electoral sin precedentes, que en nada favorece la causa que dicen defender.
“En los medios de comunicación, principalmente en la televisión, el lenguaje utilizado por muchos dirigentes políticos es soez, insolente y vulgar”, indica.
Mediante el editorial del semanario católico Camino, dice que esa atmósfera cargada de diatribas, llevará a muchos ciudadanos a recogerse en sus hogares para evitar exponerse a situaciones de conflicto y violencia.
“Todavía estamos a tiempo para volver a la ecuanimidad y la sensatez. Pensemos en la Patria”, apunta.
En otro orden, muestra preocupación por la cantidad de dominicanos que emigran a otras naciones por carecer de oportunidades.
“Tenemos dominicanos dispersos por diversas latitudes. Son exiliados económicos. Se marchan en busca de un mejor destino que muchas veces no encuentran”, puntualiza.
Y agrega, que al lugar donde llegan dejan huellas de laboriosidad y dedicación, muchos trabajan hasta el cansancio para enviar remesas a los familiares que dejaron en el terruño que los vio nacer. Camino dice que por eso duele tanto que cuando vienen a visitar su país sean atracados mientras hacen la ruta desde los aeropuertos a sus hogares, lo que consideran un crimen.
Expresa que, que esta situación, es volver trizas las ilusiones forjadas del reencuentro familiar. Uno se resiste a creer que existan malos dominicanos, capaces de tronchar el sueño acariciado por estos hermanos emigrantes que llevaban los días contados del regreso a su país, seguros y sin temores.
Tenemos miles de hogares que dependen del dinero que envían cada mes padres, madres y hermanos que emigran a Estados Unidos, España, Alemania, Italia y otras naciones del viejo continente.
El sueño de estos hermanos es un día regresar a su Patria para alimentar el alma, aunque sea por unos días, y retornar llenos de vigor a la faena cotidiana en el país que los acogió.
Las autoridades deben brindar mayor seguridad a los viajeros que regresan. Las rutas de los aeropuertos tienen que estar vigiladas. Nuestros hermanos que un día se fueron volverán a marcharse pero ahora decepcionados y sin deseos de volver porque en su tierra fueron abandonados y dejados como ovejas en medio de lobos.
