Santiago.-La Iglesia Católica dijo que el inicio del año escolar 2013-2014 ha significado un largo calvario para las familias dominicanas y reclamó un sistema educativo no excluyente y de mejor calidad.
Expresa que el esfuerzo de las presentes autoridades educativas para darle el brillo y esplendor a tan significativo acontecimiento se ha visto opacado por los altos precios de los útiles escolares que los hacen casi inaccesibles para los más pobres.
“No podemos continuar cada año con el mismo tema de la carestía de los textos escolares sin buscarle una solución definitiva”, apunta en el editorial del semanario Camino.
Indica que el presupuesto familiar no alcanza para cubrir los gastos extraordinarios que suponen tener más de un hijo en la escuela.
Puntualiza que la educación hay que verla como un servicio y no como un negocio.
Reconoce que en el sector público el Estado ayuda con los libros, desayuno escolar y otras necesidades, pero aun así la carga es pesada.
“Si nos vamos a la educación privada la situación se torna grave para padres y madres que se quitan el pan de la boca para así tener sus hijos en estos centros escolares que les permiten seguridad y que no están sometidos al vaivén de las luchas sindicales del magisterio que en cierto modo han sido una de las causas del florecimiento de los colegios”, apunta Camino.
Cuestiona el afán de lucro de algunos sectores no puede estar por encima del interés nacional.
Recuerda que un pueblo sin acceso al conocimiento no avanza, por lo que es hora de poner los correctivos pertinentes para lograr que el año escolar no sea un trauma sino una fiesta colectiva porque se dará la oportunidad a miles de dominicanos de crecer con una formación sólida que luego pondrán al servicio del desarrollo.
Dice que es injusto que una familia tenga que comprar nuevos libros cuando los que usaron en el curso anterior están en buenas condiciones, sólo porque se agregaron algunas páginas con nuevas fotos, o algunos párrafos que no cambian en nada la esencia de su contenido.
