¡Inaceptable, esto no puede ser!

No sabemos cómo la gente habrá recibido la desagradable noticia del atentado al puente Juan Pablo Duarte. Que unos desaprensivos se tomaron…

No sabemos cómo la gente habrá recibido la desagradable noticia del atentado al puente Juan Pablo Duarte. Que unos desaprensivos se tomaron el tiempo necesario para cortar los cables tensores de esa infraestructura, la obra física de servicio público de mayor envergadura y dimensión levantada durante el siglo pasado.

Inaugurado el 17 de diciembre de 1955, durante la dictadura de Rafael Trujillo, el puente Duarte fue parte de un conjunto  de obras importantes  de la época, dentro de esos relanzamientos del trujillismo, como fue la famosa feria de la paz, en lo que es hoy el Centro de los Héroes.

El puente Duarte, que ha sufrido deterioro en algunos períodos, algunos incluso en medio de lo que ha sido la dinámica social del país, como en 1965, durante la Guerra de Abril, forma parte de la historia nacional, y en su momento fue una expresión de modernidad.

En la práctica, ese viaducto impactó tremendamente las comunicaciones terrestres, especialmente a los dos lados del río Ozama, y entre Santo Domingo y la región Este del país.

Por su valor, a veces con rezagos, los diferentes gobiernos han hecho esfuerzos por mantenerlo en funcionamiento. La más reciente reparación fue efectuada entre los años 2005 y 2006, y desde entonces conjuga su vitalidad y prestación de servicios con su nuevo acompañante, el puente Juan Bosch, que juntos, han contribuido a mejorar la comunicación Este-Oeste en el país.

Pensar que una obra de esa dimensión pueda ser atacada con propósitos criminales, es inconcebible. Que sea el producto de la codicia de buscadores de acero, sólo por dinero, es una barbaridad. Asumir lo ocurrido como “terrorismo urbano”, sugiere lo que nadie quiere admitir.

¿Es que nos estamos volviendo locos, sin que las autoridades siquiera se den cuenta de que en esta demencial decrepitud, se lleven hasta los cimientos mismos de una sociedad que nos cuesta tanto construir cada día?

Lo del puente Duarte es inaceptable y debe ser suficiente para frenar en seco las tendencias degradatorias que pretenden arruinarlo todo. Las autoridades deben reaccionar con firmeza. Esto no puede ser.

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