Cuánto se ha hablado en los últimos años de la necesidad de reformar nuestro sistema nacional de salud ya que necesitamos el establecimiento de un modelo que garantice sobre todo: la solidaridad, la eficiencia y una fuente de financiamiento.
En este tenor, en la República Dominicana hay médicos que han encabezado verdaderas epopeyas emprendedoras. En este caso me refiero a la voluntad de un hombre, el Dr. Jorge Abraham Hazoury Batlle, quien hace ya más de 40 años decidió echar andar un proyecto médico asistencial humanizado, eficiente y social para pacientes de escasos recursos afectados de Diabetes Mellitus .
De ese irrepetible ímpetu nació el Instituto Nacional de la Diabetes, Endocrinología y Nutrición (INDEN), institución de asistencia médica y educativa, y más que nada, patrimonio y refugio de cientos de miles de pacientes adultos y niños que acuden a recibir una medicina de calidad y con equidad en todo el sentido.
El INDEN con su programa de Banco de Insulina, subvenciona a los pacientes diabéticos que asisten al centro. Más aún, los niños pobres reciben gratis la vital hormona bajo un esquema de permanencia y garantías que aseguran la supervivencia de los mismos hasta que se conviertan en entes productivos.
Como Hospital Escuela, cumple con uno de sus principales objetivos: La educación al paciente diabético. ElINDEN desde sus inicios orienta y educa al paciente sobre su estilo de vida y nutrición, pero lo más plausible del INDEN, es que es un centro de salud que cumple con su labor social y asistencial bajo un esquema de autonomía de gestión y capacidad administrativa.
Invito a aquellos que aún no lo conocen a que confirmen por ellos mismos que el Instituto Nacional de la Diabetes es un modelo de atención.