Indirecta directa

En estos días que está sobre el tapete, por lo menos públicamente, si va o no la alianza roji-morada para mayo, y a sabiendas de que a lo interno del reformismo hay más de una corriente de opinión y voluntades frente a la eventualidad de que…

En estos días que está sobre el tapete, por lo menos públicamente, si va o no la alianza roji-morada para mayo, y a sabiendas de que a lo interno del reformismo hay más de una corriente de opinión y voluntades frente a la eventualidad de que esa organización siga aliada al peledeísmo, no pudieron ser más oportunas las palabras de Alexandra Izquierdo ayer frente al Presidente de la República, al recibir un galardón a la Labor Institucional, de parte de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD). La dirigente reformista y directora general del Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (PROINDUSTRIA) resaltó “las importantes alianzas que ha construido el presidente Danilo Medina para posibilitar los grandes cambios y transformaciones en el país”. Eso es lo que se puede considerar una indirecta directa…

Derroche

Manuel Jiménez (que no Jesús Manuel, mi colega de larga data, mejor amigo y casi hermano), el artista que devino en político peledeísta y con suerte llegó a diputado, repitió su inspiración ayer en su despedida del partido morado porque no ha sido complacido esta vez que aspira aún sea a competir internamente por la candidatura a alcalde de Santo Domingo Este. El legislador-cantautor dejó escapar casi hasta lágrimas cuando leía su derroche epistolar justificando lo que ya casi está consumado: su renuncia del PLD para ir de candidato enfrentando al exitoso Juancito Sport, seleccionado ya como el nominado a la reelección en el gran municipio “de aquel lado”. Eso sí, como para hacer más emotiva su carta-despedida, Jiménez la dirigió al fenecido presidente Juan Bosch, fundador y líder inspirador del PLD. “A decir verdad, cada vez es más tenue la estrella amarilla y más pálido el tono de los lienzos morados” y “escucho cada vez más tímido y lejano aquel hermoso eslogan que nos acercaba tanto a la esperanza, a los sueños y al compromiso de servir al partido para servir al pueblo”, fueron dos de los pasajes de la carta. Olvidó Jiménez que en política no todo es tan poético como en las canciones…

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