Presumen de eruditos y no tienen desenfado en tomar asiento de primera fila -¡y hasta intervenir!- en conversatorios donde poetas, escritores, filólogos, políticos y otros profesionales de verdad, se la lucen exponiendo conceptos y lanzando frases cohetes para desmoronar realidades y fantasías, cada quien con el particular enfoque de su sabiduría y conocimientos. Acuden a peñas de análisis de la actualidad y, a veces consumen durante toda la tarde apenas un café (lo prefieren capuchino para hacerse más “in”), sus intervenciones son altisonantes y pretenciosamente con un alto contenido de información restringida. Es la nueva claque de intelectualoides, que no son tales, pero que café tras café, “haciendo bulto”, y dejándose ver y escuchar en esos improvisados foros, alcanzan canongías, consiguen prebendas y, en otras palabras, viven del cuento …y hasta del chantaje. ¡Qué país! ¡Mi país…!
¿Geanilda/gadejo?
Otro de mis fieles lectores, César de Jesús Canela, me hace llegar por email algunos párrafos que veo con cierta lógica. Lean ahí: “Geanilda Vásquez se la pasó hasta hace poco haciendo coro a quienes proclaman expirado el período de la dirección institucional del PRD, restándole validez a toda acción o ejecutoria que emanara de quienes controlan la estructura orgánica perredeísta. Ella y quienes le acompañan en su aventura no han parado mientes esgrimiendo mandatos ilegítimos (según decisiones de los tribunales competentes) en vana procura de convocar instancias deliberativas de la organización. Sin embargo, ahora insiste en pasar de contrabando una decisión mostrenca que la repondría como secretaria nacional de Organización del mismo PRD del que ella abdicó, saliendo por la puerta de atrás sin nadie pedírselo, para hacerse parte de una conjura, gracias a la cual nadie, absolutamente nadie en su sano juicio, puede justificar que el partido blanco esté tan alejado de aquel escenario de unidad interna con el que siempre soñó José Francisco Peña Gómez. Lo veo todo como un gadejo más”. Sin comentarios….
