Santiago. Las invasiones de tierra se han convertido en el gran propiciador de nuevas comunidades en el sector Cienfuegos y en solo seis meses han improvisado tres barriadas.Los más recientes fueron El Progreso, Los Guandules y La Tablita, donde se han levantado aproximadamente 2,000 mil casuchas en terrenos reclamados por el empresario Aney Muñoz.
Aunque en dos ocasiones han intentado desalojar a la fuerza a los ocupantes, son cada vez más quienes llegan desde distintos puntos de Santiago y el Cibao a instalar su pequeño colmado o casa de madera y zinc, pese a no contar con título de propiedad. Hace dos años fueron creados los barrios Las Colinas y Monte Bonito, cercanos al vertedero de Rafey.
El desalojo más reciente se produjo el pasado lunes con la destrucción de 100 viviendas. Durante el enfrentamiento desapareció una anciana de 83 años, de quien no se sabe su paradero, según familiares.
Historia de afectados
Joselyn Rodríguez dijo que tuvo a punto de ver morir su hijo recién nacido y otra de 17 años cuando su casucha fue destruida por una pala mecánica y que gracias a la ayuda de sus vecinos, pudieron salvar la vida.
Marcelino Luna, un carnicero que vivía en una casita alquilada en el sector El Ciruelito, decidió en julio del pasado año medir una pequeña porción de terreno en el barrio El Progreso, donde se mudó con su mujer y sus cuatro hijos.
En ese lugar, Luna levantó un pequeño colmado, con el que surte a los demás ocupantes de las 700 tareas que comunican hasta las comunidades de Quinigua y La Parada 27.
Aunque la inmobiliaria Móvil, como es conocida por los desalojados, afirma ser propietaria de las tierras, los ocupantes demandan que sea mostrado el título. “Aquí han venido 262 personas con títulos y ya hasta los han vendido tres veces al Estado, pero para nosotros esos alegatos de Aney Muñoz son poco válidos”, apunta Javier Vásquez, uno de los desalojados.
Emplazados
En un pasado encuentro con el abogado del Estado, Luis Ramón Jacobo, un coronel de apellido Almánzar y el encargado de la inmobiliaria, Rachar Hernández, a llos invasores les fue otorgado un plazo de 30 días para que comenzaran a desalojar, pero como casi siempre ocurre el abandono de terrenos no se da voluntariamente, y se ha tenido que utilizar la fuerza pública.
Tan solo en Los Guandules fueron destruidas 30 casuchas, pero ayer sus ocupantes decidieron recoger la madera y comenzar de nuevo.
Advierten que solo muertos saldrán de las parcelas, por lo que piden la intervención del gobierno.
La pasada semana también piquetearon el Palacio de Justicia Federico Álvarez para denunciar los supuestos atropelos, que dicen son víctimas.
Una comisión que denunció haber sido maltratada por los agentes policiales fue recibida por la fiscal Luisa Liranzo, quien le prometio darle seguimiento a la denuncia de atropello.
En Cienfuegos esto ha sido rutina
Cienfuegos es uno de los sectores más grande de Santiago. El último censo revela que allí viven cerca de 200 mil personas. Se fundó para alojar a los afectados de un incendio del barrio Los Platanitos, hace más de 30 años.
Muchos de sus barrios se han formado como resultado de las invasiones, en algunos casos permitidas por los gobiernos, sobre todo en tiempos de elecciones.
Pero la práctica ha sido constante y es por esto que ya no abundan, como antes, esta acciones, aunque se dan cada cierto tiempo, con las acostumbradas acciones de desalojo.
