P Te vemos menos sobre los escenarios (en cuanto a teatro) y más en televisión. ¿Estás en un proceso de transición o tienes algo por ahí guardado? No, para nada. Imposible estar fuera del teatro. Es mi vida, lo que me alimenta el corazón. Me tiene nervioso cuando no lo estoy haciendo. No existe la transición; existe el descanso de siete años de puro trabajo sin stop. Pero gracias a Dios, todo fue con un propósito, porque fue cuando me involucré en la TV, con el grupo (Aura) cantando. Pude examinar otras cosas en mi carrera, que las estoy disfrutando igual, pero sin olvidar mis raíces. Mis proyectos vienen para finales de este año, uno grande del que no se me tiene permitido todavía hablar. Para el año que viene, algo de teatro, en el cine, con Aura. Todo va a la perfección.
P Tuviste la oportunidad de trabajar con Nuryn Sanlley e ir creciendo con ella. Nos puedes hablar de esa experiencia. Puede sonar a cliché lo que voy a decir pero es la realidad: Nuryn Sanlley es la pionera de casi el 90% de los artistas que conozco en RD. Fue la persona que, en momentos en que no habían oportunidades, te las daba, incluso a los que no tenían talento, solamente para que vivieran el momento. ¿Quién hace eso? Nadie. Nuryn cumplía sueños. Por eso fue tan grande y va a ser la más grande. No hay una persona como ella.
P ¿Cómo fue tu encuentro con ella? Fue una bendición. Nunca se me va a olvidar, ese momento me marcará para toda la vida. El día que me tocó audicionar, Nuryn se puso a llorar. Me dijo, tú eres Jack Scott (refiriéndose al papel del locutor en High School Musical). Ese fue el momento más grande en la historia de mi trayectoria. Me lo dijo con tanta pasión. Eso era lo lindo de ella, la pasión con la que te transmitía las cosas. Ella me pintó los sueños que tenía que tener ahora. Si Nuryn no hubiera sido la primera persona que me diera la oportunidad, yo no hubiese estado en este medio.
P Has tenido muchas oportunidades de hacer lo que quieres a nivel profesional, ahora eres papá, compartes con mucho orgullo en las redes sociales este no tan nuevo rol. Cuéntanos cómo te sientes. Te voy a ser sincero. Yo me sentía muy orgulloso de ser artista, hasta que me convertí en papá. Para mí es lo mejor que me ha pasado en la vida. Orgulloso que no puedo explicarte con una palabra todo lo que siento. Mi hijo es todo. El amor perfecto sí existe. Ese es el amor perfecto. Me di cuenta por quién daría mi vida sin pensarlo: por mi hijo. Él es mi motivación.
P ¿Qué cambió en tu forma de ser cuando él nació? Me despertó el amor por la familia. Cuando uno es muchacho y está trabajando, no toma mucho en cuenta a su madre, su padre, abuelos. Cuando Noah nació, amé el doble a mis padres.
