A lo largo de los años, la bachata se ha ido nutriendo de voces internacionales, principalmente de jóvenes cantantes procedentes de Puerto Rico.Jay Ruiz es uno de los nuevos talentos de la Isla del Encanto que comienza a hacer camino en esta desafiante industria musical amparado en este género dominicano, al que nutre con tonalidades de la balada-pop. En un encuentro en Hard Rock Café Blue Mall, donde se presentó con su banda, demostró su respeto y admiración hacia la bachata, y lo hizo con ajustadas interpretaciones, con voz limpia, cargadas de sentimientos. Así como asimila las corrientes de una generación de maestros, a la que le expresa su respeto y admiración, como Anthony Santos, Raulín Rodríguez, Frank Reyes y Joe Veras, entre otros que mencionó, en su música y estilo hay elementos muy marcados de Romeo Rantos, figura clave en la popularización de la bachata de estos tiempos en el mundo.
Respaldo
La propuesta que presentó a la prensa dominicana Jonathan Camacho, nombre de pila de este cantante nativo de Mayagüez, Puerto Rico, es interesante. Y por supuesto, tiene detrás a un equipo interesado en posicionarlo en el mercado con la garantía del buen trabajo, bajo las órdenes del empresario Freddy Rodríguez, presidente de Propiedad Urbana Music.
“Doy gracias a Dios, porque desde muy joven me prometió que yo cantaría frente a multitudes, y veo su promesa cumplida en este proyecto”, dijo Jay tras dejar buenas impresiones con sus interpretaciones de un popurrí de exitosas bachatas dominicanas y de sus propios temas, como “Dime tú”, “Ven a mí, girl”, y “Perdido en ti”. “La música me apasiona y la canto con toda energía y el amor que Dios me da, con la intención de quedarme dentro de la memoria de mis seguidores al momento de que escuchen mi música”, respondió ante las preguntas de los periodistas de Santo Domingo.
Un cáncer de garganta que lo fortaleció
Jay Ruiz contó que a los 16 años atravesó por una dolorosa experiencia cuando fue diagnosticado con un tipo de cáncer, conocido como el linfoma de Hodgkin, que afecta en específico las áreas del cuello y la garganta. Luego de recibir quimioterapias pensó que no podría seguir cantando, pero no ha sido así, y por eso cada día da gracias a Dios, ya que la música es su pasión.
