Se encienden los debates en torno a una posible pelea entre Joan Guzmán y Víctor-Mermelada- Cayó.
E incluso, según un informe que me suministraron en la víspera de la Navidad, “ya hay fecha” para el combate.
No estoy autorizado a revelar cuándo será celebrada la reyerta, pero sí me aseguraron que el escenario podría ser el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto y que se pondrá en juego una faja regional.
En el programa Momentos del Boxeo, que cada sábado en la tarde se difunde por CDN, los fanáticos nos tienen “atosigados” con llamadas telefónicas.
Las llamadas se hacen para opinar sobre el esperado combate que estaría pactado a 12 asaltos y en la división welter junior (140 libras).
Entre los expertos locales hay consenso referente a que una pelea Cayó-Guzmán serviría para levantar la plaza del boxeo profesional del país.
¿Quién será el ganador?
Es un combate “necesario” porque no sólo motivará a miles de aficionados a ir (en masas) a la instalación donde se monte la riña, sino que se demostrará quién tiene más calidad para salir airoso.
Joan Guzmán, ganador de dos coronas mundiales en otras tantas divisiones (supergallo y ligero junior), ha tenido serios problemas en los últimos tres años.
Sus problemas han sido principalmente por el peso. Es decir, ha tenido dificultades para hacer el peso cuando pacta una pelea.
Pero, en su más reciente combate, aunque frente a un cómodo rival (Arturo Castellano), el ex doble monarca del mundo exhibió eficiencia y sobre todo buena condición física.
Mermelada Cayó, quien había trillado caminos positivos, sufrió dos amargas derrotas. Los dos fracasos los perdió por nocaut ante rivales con etiqueta mundial.
Marcos Maidana y Damon Peterson noquearon a Mermelada Cayó quien, sin embargo, cree firmemente que se va a recuperar.
Y la mejor manera de volver la confianza a sus seguidores (y a su apoderado César Mercedes) es logrando una contundente victoria ante Guzmán.
