José Serra: “Yo vendía pollo en San Pedro”

Hace 26 años que José Serra dejó su natal provincia Duarte para establecerse en San Pedro de Macorís. Jugar béisbol aún no estaba en su agenda en ese tiempo. Gracias a la generosidad de un hermano, quien le dio albergue en su casa, Serra, para&#8230

Hace 26 años que José Serra dejó su natal provincia Duarte para establecerse en San Pedro de Macorís. Jugar béisbol aún no estaba en su agenda en ese tiempo. Gracias a la generosidad de un hermano, quien le dio albergue en su casa, Serra, para su manutención diaria, empezó a trabajar en un puesto de venta de pollo en la Sultana del Este, labor por la que nunca se sintió avergonzado.

“Yo salí del Cibao para donde un hermano en San Pedro. Allí lo ayudaba en su negocio, yo vendía pollo en San Pedro. En eso duré unos cuantos meses y me ganaba mi pesitos para mantenerme, gracias a la generosidad de mi hermano”, dijo Serra en visita a Multimedios del Caribe.

Relata que meses después se dedicó a la práctica del béisbol, pasión que siempre sentía, pero que no pudo desarrollar en Pimentel, de donde es oriundo, porque solo se jugaba los domingos.

“Ahí fue cuando dije: aquí es que está lo mío, aquí se juega a diario. Inicié la práctica de béisbol, pero sin dejar la escuela. Nunca me descuidé de eso. Siempre decía que Papá Dios me tenía algo guardado”, dice Serra.

Y así fue. Después que termina el bachillerato, fue firmado por los Orioles de Baltimore, por la suma de 2,500 dólares, a finales de 1990. Al año siguiente jugó en la Liga de Verano como intermedista, hasta que viajó a los Estados Unidos en 1995.

Ese mismo año fue dejado libre y ningún equipo obtuvo sus servicios vía regla cinco. Ante esta situación, Serra decide quedarse a residir en los Estados Unidos. Más tarde, firma en la Liga Independiente con el equipo Big South League.

Su gran paso

Meses después de haber concluido su accionar en la Liga Independiente, Serra relata, que recibió la llamada de Oneira Fleita, quien lo conoció cuando jugaba con los Orioles en las Menores, con la finalidad de agregarlo al grupo de hombres que trabajaba con los Cachorros de Chicago, como director de coordinador de scouts para Latinoamérica.

“El puesto era de scout de los Cachorros en República Dominicana. Mis primeras palabras fueron: ¿cuándo me voy? Arranqué para el país el cuatro de noviembre de 1996; y hasta la fecha, gracias a Dios que aún sigo con los Cachorros”, expuso el veterano hombre de béisbol.

Pero es en el 2007 cuando logra el cargo que anteriormente ostentaba Fleita; puesto que siete meses después dejó, debido a los constantes viajes que tenía que realizar a Venezuela, Nicaragua, Panamá, Colombia y otros países de Latinoamérica en búsqueda de nuevos talentos, descuidando, a su juicio, un poco la plaza dominicana.

“En cada uno de esos países hay mucho talento, pero no más como en Dominicana. Aquí hay muchos jugadores. Descuidar tanto República Dominicana para indagar en otros lugares en donde quizás encuentres un pelotero y cuando sueles firmarlo por mucho dinero, mientras aquí aparece un futuro Grandes Ligas por 10 mil dólares”, dijo Serra.

Otro factor que lo llevó a tomar la decisión de no continuar al frente del cargo fue la parte familiar, ya que tenía una hija de apenas 13 años que estaba inmersa en sus estudios.

“Uno vive por la familia. No me gusta dejar mi familia abandonada por conseguir un sueño. Mi mejor sueño es mi familia y el de ellos soy yo. Les dije a los ejecutivos de los Cachorros que si me necesitaban estaba presto a servirle”, manifestó. En la actualidad, Serra ocupa el puesto de gerente general de las Estrellas Orientales, equipo al que espera ayudar a ganar la corona que desde la temporada 1967-1968 no conquistan.

“El pueblo de San Pedro de Macorís anhela ese triunfo. Vamos a dar todo lo mejor en la búsqueda de los hombres que puedan darle ese título”, dijo Serra.

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