Judíos llegan al Caribe hispano

La historia es uno de los instrumentos más importantes para comprender el presente, para interrogar al pasado intentando entenderlo. En este…

La historia es uno de los instrumentos más importantes para comprender el presente, para interrogar al pasado intentando entenderlo. En este caso, al adentrarnos en la historia de los judíos del Caribe, nos hemos encontrado, como casi siempre sucede, con mucho más que aquello que buscábamos…
Alicia Benmergui (*).

Después de las incursiones piratas a las islas del Caribe, muchos de los judíos que se vieron compelidos para sobrevivir, a hacer piratería, decidieron asentarse e integrarse a las nuevas sociedades que se abrían camino. Poblaron el Caribe inglés, francés, holandés y, por supuesto, el Caribe hispano. Cuenta la investigadora Alicia Benmergui, una de las grandes especialistas latinoamericanas sobre la migración judía en el Caribe, que muchas familias sefardíes poblaron primero Curazao, se instalaron allí, y con el tiempo iniciaron una nueva ola migratoria hacia América, comenzando por Colombia y llegando hasta Argentina. Afirma que para mediados del siglo XIX la colonia judía en ambas localidades era bastante numerosa, próspera, visible, y más aún, aceptada por la comunidad. (**).

Afirma la investigadora que las migraciones judías tenían como prioridad buscar lugares favorables que les permitiera establecerse con buenas perspectivas económicas, pero sobre todo, encontrar refugio seguro y con posibilidad de desarrollar sus creencias religiosas sin el peligro de la persecución. A juicio de Benmergui, las islas caribeñas que pertenecían a Holanda, que había librado una guerra que duró ochenta años para librarse de la dominación española así como las dominadas por los ingleses tenían como atracción principal la carencia de un tribunal inquisitorial y la oportunidad de emprender una vida con nuevas oportunidades. (***).

Los judíos sefardíes que decidieron asentarse en el Caribe vieron en las costas caribeñas continentales un espacio favorable a su necesidad de asentarse. Además del Caribe colombiano, llegaron hasta las costas de Venezuela, y lo que hoy se conoce como la Guyana Francesa. Los primeros movimientos migratorios se realizaron alrededor de 1640, pues hay testimonios escritos de que en 1660 la comunidad judía realizaba actividades religiosas y culturales.

No todo era color de rosa. Según el investigador Azriel Bibliowicz, citado por la profesora Benmergui, en la costa caribeña de Colombia hay registros que documentan procesos y ajusticiamientos de judíos por parte del tribunal inquisitorial en el Nuevo Reino de Granada. La represión mejoró con el paso del tiempo. En el siglo XIX, Colombia otorgó el derecho a residir en sus territorios a los “miembros de la nación hebrea” y a residir en sus dominios. Le garantizaba la libertad religiosa e incluso le otorgaba los mismos derechos políticos que a los demás ciudadanos, todas estas concesiones fueron en recompensa por la ayuda económica que brindaron a Simón Bolívar. Se destacan los aportes significativos de los banqueros Abraham de Meza y Mordechai Ricardo. Ahora bien, esas concesiones tenían sus límites. Solo se les permitió residir en la costa del mar Caribe. Por esta razón, la comunidad judía en Barranquilla es tan grande y poderosa.

La medida fue beneficiosa para Barranquilla. Con la llegada de inmigrantes judíos de origen sefardita, junto a los sirio-libaneses y alemanes, Barranquilla se transformó y se convirtió en una ciudad moderna y cosmopolita. Las familias sefardíes más conocidas y destacadas fueron: Senior, Salas, Álvarez-Correa, Cortissoz, De Sola, López-Penha, Sourdis, Juliao, Salzedo y Heilbron. La mayoría de ellos se dedicaron a los negocios y a la banca. Lo interesante del caso es que en Barranquilla trabajaban codo a codo judíos, árabes y alemanes.

Como puede evidenciarse, los judíos llegaron a América para quedarse. Comenzaron como simples piratas, y luego se instalaron en todos los rincones del continente. Las costas caribeñas de Venezuela y Colombia constituyeron terreno fértil para estos hombres y mujeres que buscaban desesperados un lugar donde fueran bien recibidos. Sobre este tema seguimos en la próxima. l
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(*) http://www.milimcultural.com.ar/mundojudio/caribe.htm.
(**) Ibídem.
(***) Ibídem.

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