Junta de Regantes es la plataforma para agricultura

El concepto de Juntas de Regantes lleva posiblemente 30 años escuchándose en República Dominicana. Sin embargo, cuando en 1985 comenzó a hablarse de eso, poca gente entendía de qué se trataba.

El concepto de Juntas de Regantes lleva posiblemente 30 años escuchándose en República Dominicana. Sin embargo, cuando en 1985 comenzó a hablarse de eso, poca gente entendía de qué se trataba.

En el país, seis lustros después, existen 40 entidades de ese tipo (32 juntas de regantes y ocho asociaciones de regantes) que impactan de manera positiva en las fuentes hídricas y en la propia agricultura nacional. Para quienes viven en la zona rural y cultivan arroz, por ejemplo, la mejor forma de definirles una junta de regantes es decirles que se trata de instituciones diseñadas para mejorar las funciones de aquellos hombres que se encargaban de distribuir el agua de riego entre los propietarios de fincas, denominados “cabos de agua”, y que eran el centro de muchos pleitos entre los parceleros.

No siempre el cabo de agua distribuía equitativamente el agua entre los agricultores, especialmente porque era susceptible de ser sobornado por algunos de ellos en perjuicio de los demás y estaba regulada su función como ocurre actualmente. Por eso, eran frecuentes los pleitos y las muertes que se originaban por esa situación.

En las fincas agrícolas, fundamentalmente en las arroceras, el agua es un elemento de primer orden, tanto que si ésta no existe es imposible sembrar y mucho menos desarrollar las cosechas. En términos generales, el objetivo y el fin de cada una de las juntas es manejar los sistemas de riego que posee el país, con los que se irrigan o se mojan alrededor de cinco millones 500 mil tareas, sembradas de rubros diversos (especialmente arroz). Esos productos son para consumo nacional o interno y para exportación. Hasta final del primer semestre de 2015 en el país existían unos 98 mil regantes, que son los que hacen uso de los sistemas de riego. Además de dejar dar otro criterio a la figura “cabo de agua”, las juntas de regantes vinieron a sustituir al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) en la parte de manejo final de los sistemas de riego, de acuerdo a explicaciones que ha ofrecido Juan Jiménez, pasado presidente del Consejo Nacional de Juntas de Regantes.

¿De dónde surge eso?
El proceso para la incorporación de las juntas de regantes se inició por exigencias de los organismos internacionales que financiaban tanto los equipos como las obras de riego en el país, partiendo de que esos equipos y las obras hidráulicas con que contaban los sistemas se deterioraban rápidamente. Para conformar las entidades de regantes, el modelo idóneo que se eligió fue de instituciones similares que habían tenido y aún tienen éxito en otros países, como en España, donde existen juntas de regantes con hasta 100 años funcionando.

En esencia, las juntas de regantes lo que hacen es empoderar a los beneficiarios o usuarios de los sistemas de riego o regantes para que “las cosas” funcionen mejor a través de esas instituciones que se crearon y que tienen personalidad jurídica, estatutos, reglamentos y la fiscalización del INDRHI.

Las juntas de regantes son algo así como “un negocio diseñado para ganar-ganar”, porque los propios regantes se autofinancian y autogestionan, logrando así la eficiencia en el servicio del agua. Eso a la vez se traduce en un incremento de la productividad y de las áreas mismas de cultivo, porque antes el agua no lograba llegar con eficiencia a todas las partes para las que estaban diseñados los sistemas de riego.

Auditorías anuales, una asesoría y los parceleros

Una zona que antes se manejaba, por ejemplo, con 50 “cabos de agua”, pagados por el INDRHI para la administración de agua entre los parceleros, en los tiempos actuales es manejada solo por seis, que funcionan mejor, porque ahora tienen la supervisión que antes no tenían. Las tarifas que se cobran a los parceleros para irrigarles o mojarles sus cosechas o sus fincas se establecen en función de los costos operacionales de esas propiedades. En las juntas de regantes se realizan auditorías anuales y a la vez se les ofrece asesoramiento en la parte organizativa, institucional y técnica.

El INDRHI asegura que las juntas de regantes del país están conformadas por todos los usuarios que las integran. El usuario es la persona física propietaria o arrendataria de terrenos que pueden utilizar las aguas del sistema de riego que el INDRHI ha transferido a la junta.

Una de las exigencias imprescindibles establecidas en ese traspaso del sistema tiene que ver con la responsabilidad de la junta de elaborar un padrón de usuarios, en el que deben estar incorporados y registrados todos los regantes, acreditados como tales.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas