El escolta de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, mostró su consternación tras el ataque perpetrado en París el viernes pasado en el que murieron 129 personas.“Es brutal. Es absolutamente brutal y no hay palabras que puedan expresar la maldad que hay en el mundo”, afirmó a ESPN Digital después del encuentro en el que Los Ángeles Lakers se impusieron a Detroit Pistons (97-85). “Todo lo que podemos hacer es juntarnos, estar unidos y hacer lo que tengamos que hacer para pelear contra esta tiranía”, agregó.
Precisamente el domingo, los Lakers rindieron homenaje a tres héroes que dejaron de ser anónimos hace tres meses. Anthony Sadler, Alek Skarlatos y Spencer Stone recibieron una camiseta personalizada y conocieron a Kobe antes del inicio del encuentro. Los tres evitaron que un terrorista perpetrara un atentado en agosto en un tren de París. Sadler, aficionado de la franquicia angelina, llevaba una camiseta de su equipo aquel día.
“Es increíble”, prosiguió Kobe. “Tuve la oportunidad de hablar con ellos antes del partido. Les enseñamos las instalaciones. Reaccionaron inconscientemente, no pensaron en ellos mismos sino en proteger a otros. Es una historia que debería ser contada todos los días. Cuando sus vidas estuvieron en el límite, ellos pensaron en otros”, señaló.
Los tres recibieron una ovación de gala en el Staples Center mientras recibían la indumentaria del equipo en el centro de la cancha.
En un momento del partido, Bryant anotó un tiro de tres y antes de ir a la banca saludó a los tres invitados especiales. “La nación Lakers se sintió muy conectada porque fue alguien envuelto en los Lakers el que dio un paso adelante como líder. Muchos fans me dijeron que teníamos que hacer algo especial, así que esta noche lo estamos haciendo”, señaló Jeanie Buss, presidenta de la tradicional franquicia.
Alemanes agradecen gesto de franceses
El técnico de Alemania Joachim Loew agradeció a la selección francesa por quedarse toda la noche con ellos en el Stade de France tras el amistoso del viernes pasado, en medio de una ola de ataques terroristas. Los alemanes se quedaron en el estadio a pesar de que en las afueras estallaron bombas y los franceses se quedaron con ellos, hasta que se fueron a su país el sábado.
