Cuando iba de vacaciones en verano a la casa de los abuelos maternos en Altamira, hermoso pueblito donde nací, enclavado en una meseta entre las lomas que semicircunvalan la provincia Puerto Plata, disfrutaba montando el burro puntero que conducía la recua con las cargas de productos agrícolas al mercado para su venta.

Se trataba de una recua, como la definen los campesinos y también la Real Academia Española de la lengua: “Conjunto de animales de carga, que sirve para trajinar”. Los animales se enlazan en un lateral, desde el puntero, uno de otro, hasta el último, que son tantos como cantidad de productos a llevar.
Ahí escuché por primera vez que cuando en uno de los animales se tuerce la árgana o cesto, el capataz responde con la expresión “la carga se endereza en el camino”. El animal delantero debía ser el más experimentado, domesticado y tranquilo. De esa manera fijaba el ritmo de la marcha y el ordenamiento.

A propósito de describir lo que es una recua y su cuidado, me hace recordar lecciones repetidas del profesor Juan Bosch quien nos decía que en las cosas sencillas se encuentran grandes lecciones y también notables estrategias. La recua era un componente incluido en la planificación de la producción agrícola; primero el arado y sembrado, luego cosechar recogiendo lo producido y luego su colocación en los mercados. Sin recuas no podían llevarse a los mercados por aquellos caminos desde monte adentro.

Era toda una planificación y siempre hay imprevistos a ser considerados en el desarrollo y ejecución de lo planificado. “Enderezar la carga en el camino” se convirtió en una expresión para no detener el quehacer y hoy se aplica igual que ayer. Se trata de corregir siguiendo adelante.

El presidente Abinader tiene la oportunidad de aplicar el adagio, a propósito de su discurso que constitucionalmente está obligado a pronunciar este 27 de febrero, día memorable de la Independencia Nacional.

¿Por qué y sobre qué enderezar la carga? Lo primero es dejar claro que el Estado, más que algo glamoroso, es una pesada carga; el Presidente es el primer responsable de que si la carga va torcida, la enderece. Y la torcedura del Estado viene desde antes del presidente Abinader ser elegido, pero esa no es una justificación para que evada esa responsabilidad.

Es verdad que inició su mandato en medio de una crisis moral e impunidad, previo a la pandemia del COVID-19 que surgió como crisis sanitaria, creando dos crisis más, la económica y la social. Todo se ha encadenado y si no enderezamos la carga en el camino, sucumbirá la democracia en estallidos de ingobernabilidad.

Viéndolo de forma sencilla, se trata de que el país requiere de un esfuerzo de todos para llegar a destino. Eso se puede simplificar diciendo que procede aquello que propuso el mandatario Abinader y respondió el Dr. Fernández.

“El presidente del partido Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández, dijo que su organización apoyaría cualquier esfuerzo por recuperar la economía nacional”, en respuesta a la propuesta del mandatario Luis Abinader agregó: “…estamos en una crisis sin precedentes, y para salir de ella hace falta unidad” (DL 19/01/2021).

La concertación y la unidad enderezarán la carga en el camino.

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