La violencia engendra decenas de huérfanos

Santiago. A causa del avance de la criminalidad, un programa de la Fiscalía de Santiago que acoge a menores cuyos padres murieron asesinados, ha visto aumentar el número de huérfanos en este año.

Santiago. A causa del avance de la criminalidad, un programa de la Fiscalía de Santiago que acoge a menores cuyos padres murieron asesinados, ha visto aumentar el número de huérfanos en este año.

En el primer semestre del 2011 fueron asesinados 96 santiaguenses, según el más reciente informe del Voluntariado para la Seguridad de Santiago (Voses), cinco más que en el 2010 que fue de 91.

En principio, el proyecto iniciado por el ex fiscal Raúl Martínez que asumió la fiscal Yeni Berenice Reynoso, trabajaba con 15 familias de entre tres y dos niños, niñas y adolescentes, pero en la actualidad el número de menores es de 74.

La criminalidad ha ocasionado desde el 2005 hasta el primer semestre de este año un saldo de 1,392 víctimas de la violencia en Santiago.

Para los expertos, la cifra encierra una doble tragedia: la de las vidas que fueron arrancadas y la de los niños, niñas y adolescentes que quedaron en la orfandad.

En el programa de ayuda a familias afectadas por la violencia, que auspicia la Fiscalía de Santiago y lo que en principio comenzó como un ensayo, hoy acoge a 74 menores, hijos de padres o madres asesinados.

La fiscal Reynoso explica que muchos de esos menores son hijos de madres asesinadas por sus esposos, otros de padres ultimados en diversas circunstancias.

Los hijos de Marilyn Altagracia Pérez, la mujer asesinada por su concubino en la comunidad de Pontón del municipio de Navarrete, fueron los de más reciente ingreso a esa lista de huérfanos.

“Detrás de esos hechos de criminalidad hay una tragedia y es que quedan niños huérfanos y para eso tratamos de darle asistencia psicológica, o se le canaliza ayuda para útiles escolares, si son de familias pobres”, indicó Reynoso.

Bentodina Jiménez, de Acción Callejera, dijo: “Tenemos un modelo de crianza violenta y muestra de ello es que el 83 por ciento de los niños son castigados en sus hogares por sus propios padres, esto a su vez se refleja en una conducta  de violencia aprendida que es lo que estamos viviendo en estos momentos”.

En el 2005 fueron asesinadas de forma violenta, en Santiago, 260 personas; en 2006, 183; en 2007, 177; en 2008, 249; en 2009, 216 y el año pasado, 221.

Educación e igualdad

“La única forma de desarticular todo tipo de  violencia es con la educación y por una cultura de igualdad, pues los niños son los más afectados al quedar huérfanos. La proyección que tenemos es de un aumento considerable de las denuncias sobre violencia.
Mensualmente recibimos mil y pico de quejas”, dice Yeni Berenice Reynoso, la fiscal de Santiago, a la que también le preocupan los feminicidios.

Cree que la única forma de enfrentar la violencia es  trabajando en la educación y en fomentar una cultura de igualdad. En esta provincia, el Hogar Santa María, de la comunidad de Gurabo, es una de las tantas instituciones que trabajan con niños huérfanos. Acogen ahora nueve niñas, algunas de padres y madres asesinados o que fueron dejadas abandonadas.

Debido  a las precariedades, el pasado 22 de julio un grupo de estudiantes de habilitación docente del Instituto Superior Salomé Ureña, decidió darle apoyo al proyecto que en lo adelante les permitirá a las niñas recrearse y educarse con dignidad. El hogar fue construido por el gobierno municipal de Castilla y León, España.

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