Las categorías menores

El jueves fui al club Los Prados para ver el fogueo entre un equipo de Puebla, México, y la preselección dominicana Sub-15 en víspera de la Copa del Caribe de Baloncesto que se celebra hasta mañana en el país.Como de costumbre, uno…

El jueves fui al club Los Prados para ver el fogueo entre un equipo de Puebla, México, y la preselección dominicana Sub-15 en víspera de la Copa del Caribe de Baloncesto que se celebra hasta mañana en el país.

Como de costumbre, uno queda admirado con el talento de algunos niños que conforman los preseleccionados de categorías menores, que siempre cuentan con jugadores de los cuatro puntos cardinales de la República Dominicana.

Ya pasó con el Sub-15 masculino, que registró un excelente desempeño en un evento en Puerto Rico, y sucedió con la Sub-17, que ganó el oro en Centrobasket, también en la Isla del Encanto.

Ese día en Los Prados uno de varios padres que fueron a ver jugar a sus hijos me hizo una pregunta súper interesante: ¿Dónde estaríamos nosotros (RD) si este programa de baloncesto que se implementa ahora se hubiese hecho hace 15 años? La verdad es que no vacilé en responderle con mucho entusiasmo. “Ocho o diez en el ranking mundial”, le dije.

Quiero que todos razonen sobre esta pregunta y, si es posible, me escriban acerca de sus conclusiones. Deseo conocer su opinión, aún estén divorciadas de la mía.

Es que ciertamente la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) ha fijado una buena parte de su mirada al desarrollo de las categorías menores y en poco tiempo se ha visto el resultado.

Sabemos que hay fallos en la estructura que no permiten que se haga el mejor trabajo posible, pero las personas que están detrás del proyecto se las arreglan y dan lo mejor de sí. Desde un humilde chofer apodado Falcón hasta la eficiente Joselyn, la secretaria, se han comprometido de una increíble manera con el programa. Aún hay fallas propias de un país tercermundista, es cierto, pero he estado muy cerca al proyecto y doy fe que se ejecuta el mayor esfuerzo.
Protagonista de excepción es el técnico José (Maíta) Mercedes, quien enamora con su pasión y dedicación hacia el proyecto. Maíta, junto a Melvin López, ha recorrido cada rincón de este país en busca del mejor talento.

Después de mirar todo fríamente, al padre que me preguntó en Los Prados le tengo una mejor respuesta. No se puede mirar atrás, miremos 15 años adelante.

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