Durante una audiencia celebrada la mañana del 25 de enero para recibir al Centro Italiano Femenino (CIF) a propósito de su 29º Congreso Nacional, el Papa francisco elogió el genio de las mujeres, que en las últimas décadas se ha hecho paso en la sociedad asumiendo responsabilidades de gran envergadura y dijo que le gustaría verlas presente aún más en espacios dentro de la Iglesia, así como en el ámbito civil y profesional.
Francisco valoró los aportes de la mujer en el trabajo y la esfera pública, donde ha logrado conquistar su espacio y dejo claro su deseo de que se pueda ampliar esa presencia de una forma más aguda.
De igual forma, dijo que ese genio es imprescindible en el ámbito de la familia, al entender que dicha institución no debe ser olvidada porque es «imposible de sustituir». «La salud y prosperidad (de la familia) es condición para la salud y prosperidad de la Iglesia y de la sociedad misma», afirmó el Sumo Pontífice.
El Papa es consciente que la multiplicidad de roles con las que hoy día tienen que lidiar el ser humano, sobre todo a la mujer, es un reto que puede limitar los resultados favorables. Por eso, y a propósito de este tema, se hizo la pregunta: «¿Cómo es posible crecer en la presencia eficaz en tantos ámbitos de la esfera pública, en el mundo del trabajo, y en los lugares donde se adoptan las decisiones más importantes, y al mismo tiempo mantener una presencia y una atención preferencial y especial en y para la familia?
Esta fue su respuesta: «el campo del discernimiento que, además de la reflexión sobre la realidad de la mujer en la sociedad, presupone la oración asidua y perseverante».
«Sin las dotes de la mujer, la vocación humana no puede ser realizada», agregó el Papa y dijo que la presencia de la mujer asegura la transmisión de sólidos principios morales a las generaciones futuras.
