El libro del Génesis, al narrar la Creación, nos dice que hizo Dios dos grandes lumbreras, la mayor (el Sol) para que iluminase de día, y la menor (la Luna) para que iluminase de noche, pues era evidente que esas dos lumbreras se alternaban para iluminarnos, sin distinguir que el Sol tiene su propia luz, pero la Luna sólo refleja la luz del mismo Sol, y que el día es fruto de un hemisferio terrestre posicionado frente al Sol, mientras la noche es el mismo hemisferio de espaldas al Sol.
El hecho de que la franja tropical de la Tierra tenga 12 horas de intensa luz solar, y otras 12 horas de intensa oscuridad, a veces atenuada por la luz del Sol reflejada sobre la Luna, no cambia en nada la realidad de nuestro planeta, ya que aunque la noche y el día son dos condiciones contrapuestas, la Tierra de día y la Tierra de noche es la misma Tierra.
Parte del pueblo dominicano se ha dividido en tendencias contrapuestas de luz y oscuridad, y eso lo vemos diariamente en las luchas entre diferentes religiones, entre diferentes partidos políticos, entre los diferentes grupos empresariales, entre diferentes profesionales, entre los seguidores de los equipos deportivos, etc, etc. La opinión de usted es buena y es válida en tanto sirva de base a los intereses de uno de los grupos en disputa, pero es totalmente inválida para el grupo contrario.
La sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, ha dividido el país en dos grupos, donde cada grupo se considera ser la luz del día, y califica al otro grupo como la oscuridad de la noche, pero lo mismo ocurre a lo interno del Partido Revolucionario Dominicano y a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana.
Igualmente ocurre en el caso de la loma de Miranda, donde nuestras opiniones son muy buenas para unos, pero están equivocadas para otros.
Quienes ayer coincidían con nosotros y nos invitaban a subir a los tribunales para enfrentar la depredación de los cauces de los ríos, quienes ayer nos energizaban para seguir cuestionando la construcción de un Metro que se hacía sin los estudios geotécnicos pertinentes, quienes ayer nos apoyaban en la defensa ambiental de la región hidrogeológica cárstica de los Haitises, quienes ayer nos llamaban y nos buscaban para que les escribiéramos editoriales en contra del contrato de la Barrick, son los mismos que hoy nos satanizan por nuestra opinión estrictamente científica sobre el conflictivo tema de la loma de Miranda, donde otros han dicho y escrito cosas que no se corresponden con la realidad hidrológica y ambiental del lugar.
Pero simultáneamente, quienes ayer nos satanizaban por emitir opiniones científicas contrarias a sus intereses particulares, hoy nos beatifican por nuestras opiniones científicas que circunstancialmente les benefician. Las opiniones científicas nada tienen que ver con beneficiarios ni perjudicados. Ciencia es verdad e investigación, nunca populismo ni pasión.
Para quienes ayer estábamos del lado del día, y veían a los contrarios del lado de la noche, hoy la Tierra ha girado, y consideran que ellos se han quedado del mismo lado del Sol, y sólo nosotros nos hemos ido hacia el lado de la oscura noche, y quienes ayer nos veían del lado de la noche, hoy nos ven del lado de la claridad solar, y todos olvidan que la Tierra gira sin detenerse y sigue siendo la misma Tierra, y que donde ahora vemos oscuridad, luego veremos la claridad.
Definitivamente que para mucha gente las opiniones científicas y ambientales sólo son válidas si les convienen.
