Láser frío para dejar de fumar

Nadie duda que fumar puede acarrear muchos problemas para la salud. Es por esta razón que cada vez más fumadores están intentando abandonar este hábito tan pernicioso. Sin embargo, dejar los cigarrillos puede ser terriblemente

Nadie duda que fumar puede acarrear muchos problemas para la salud. Es por esta razón que cada vez más fumadores están intentando abandonar este hábito tan pernicioso. Sin embargo, dejar los cigarrillos puede ser terriblemente complicado, y a menudo requiere un esfuerzo enorme, fuerza de voluntad y compromiso. Como resultado de todo esto, se han desarrollado distintos métodos y medicamentos para ayudar a las personas a dejar de fumar. La terapia del láser frío es uno de ellos.De acuerdo con la doctora Arlene Mejía, de MediSpa at IFA Corallium Spa, el tratamiento implica la aplicación de láser frío en regiones específicas del cuerpo, como los brazos, orejas, muñecas, nariz y manos. El láser estimula estas partes del cuerpo para liberar las  endorfinas, que se encargan de reducir los síntomas que genera el déficit de nicotina. Además de estimular la producción de estas hormonas, responsable de aumentar la alegría y de eliminar el dolor, esta terapia también  ayuda a desintoxicar el cuerpo. La sensación general que produce este tratamiento es de relajación y, en algunos casos, un ligero mareo. “En MediSpa utilizamos el láser súper pulsado, aprobado por la FDA. Es un procedimiento indoloro, fácil, seguro y sobre todo eficaz,  el cual tiene una tasa de éxito probado”, explica Mejía.

Hay quienes piensan que para obtener resultados se necesitan múltiples sesiones de terapia de láser. Sin embargo, dependiendo del grado de la adicción, se pueden llegar a notar los efectos después de sólo una sesión.

Este tratamiento eleva el nivel de endorfinas de una manera segura y saludable, a niveles más altos que los producidos por el tabaco o la nicotina y cuando el paciente sale del tratamiento, descubre que no tiene más ganas de fumar.

“Al aplicar la terapia láser, los pacientes experimentan una sensación de gran bienestar, porque el láser actúa como un agente calmante, de tal modo que cuando se deja de fumar, los síntomas asociados a este mal hábito se ven notablemente reducidos o completamente eliminados”, explicó Mejía.  
Si dejas de fumar…

La doctora Mejía explica que en los primeros 20 minutos de dejar de fumar, si la presión arterial esta alta puede disminuir, o volver a la normalidad. Dentro de las primeras ocho horas, los niveles de oxígeno en la sangre aumentan en el cuerpo y los niveles de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo se reducirán a la mitad. En 48 horas la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco disminuye a medida que la nicotina deja el cuerpo, y se sentirá una mejora en su sentido del gusto. La experta dice que en los primeros nueve meses la tos y  la dificultad para respirar disminuirán, a medida que mejorará su capacidad pulmonar, y que en un  año el riesgo de sufrir un ataque al corazón habrá disminuido a la mitad. En cinco  años, el riesgo de sufrir un derrame cerebral cae dentro de los parámetros de una persona no fumadora.

Consideración

Arlene Mejía
Médico general
El tratamiento es completamente indoloro y no invasivo, y beneficiará no sólo al fumador activo, sino también  al pasivo. Fumar es una amenaza para la salud pública de todos los países y es el  principal responsable de cáncer de pulmón, boca, garganta, vejiga y riñón”.

Cómo funciona la terapia

El rayo láser frío, que también estimula la capacidad natural del cuerpo para eliminar toxinas, ayudándolo a deshacerse de la nicotina más rápidamente, se aplica durante tres sesiones que duran 45 minutos cada una. En la primera se efectúa el historial clínico antes de aplicar el láser. La segunda es a las 24 horas, la última tiene lugar a la semana siguiente. Luego se contacta al paciente, tres y seis meses más tarde, para someterlo a secciones de reforzamiento. Para muchas personas, dos sesiones son suficientes.

Ocasionalmente es necesaria una sesión de refuerzo, dependiendo del nivel del fumador, del estrés y de su determinación para dejar de fumar. Como todos los tratamientos, la aplicación del láser frío tiene sus restricciones. Este no es recomendable para aquellos pacientes que tienen tumores, cáncer, epilepsia, o para aquellos que están sometidos a radioterapia o quimioterapia. Cuando hay  problemas de salud, lo ideal es consultar con el especialista  antes de someterse  a esta terapia.

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