Roberto Santana: “No acepto dádivas, ni sobornos”

Al ex rector de la UASD, Roberto Santana, profesor meritísimo de ese alto centro de estudios, politólogo   y en la actualidad Coordinador Regional del Centro de Excelencia de Naciones Unidas UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la droga…

Al ex rector de la UASD, Roberto Santana, profesor meritísimo de ese alto centro de estudios, politólogo   y en la actualidad Coordinador Regional del Centro de Excelencia de Naciones Unidas UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el Delito) para la reforma penitenciaria, se le ilumina el rostro y sus ojos brillan al recordar cuando, a sus siete años de edad, su padre le compró un burro por 16 pesos, para ir a la escuela rural, recorriendo un total de diez  kilómetros entre la ida y la vuelta. No sin antes ir al arroyo a buscar el agua con la cual cocinarían los alimentos en su casa, lo que le representaría unos cuatro kilómetros adicionales. 

Desde su posición ayuda a los países de la región a fortalecer sus capacidades institucionales para impulsar la reforma penal y penitenciaria. Quien fuera también director de Planificacion en la Facultad de Jurídica de la UASD, nació en El Naranjal, una hermosa zona rural de San José de Ocoa, el 13 de noviembre de 1951. Es el mayor de cinco hermanos.

Ex Coordinador del Modelo de Gestion Penitenciario y ex candidato a senador del PRSC por la provincia Peravia, en 1998, Roberto es agradable en su trato. Un hombre con la mística del padre Luis Quinn, de quien aprendió a servir sin límites, desinteresadamente, a medir los riesgos, pero no evitarlos. Una persona con la que se conecta desde el inicio por su extrema sencillez, que contrasta con su impecable y bien favorecida figura. En esta ocasión, viste traje sastre gris a tono con su cabellera, y camisa blanquísima sobre la que reposa una corbata en tonos azules.

La precisión, la pausa y el tono bajo caracterizan su forma de expresarse.
Su actitud innegociable ante las cosas incorrectas es una de sus características fundamentales; humilde y comedidamente se enorgullece al decir que no acepta comisiones ni dádivas, ni sobornos. A las posiciones que ha llegado ha sido por “la cortesía y generosidad de mis compañeros en general, también en base a concursos como estoy aquí en la ONU, como fui rector en la UASD por unas elecciones libres”. Nada por debajo, nada escondido, nada buscado.

Politólogo a fin de cuentas, define a Balaguer como una persona que vivía su cargo en función de sus objetivos, capaz de hacer lo que hubiera que hacer.

Bueno o malo. De Danilo dice que es un animal político, perseverante, un gerente de la política. Gracias a una iniciativa suya ante el presidente Balaguer, hoy en las Fuerzas Armadas imparten clases profesores de todas las corrientes.

Los primeros 27 profesores de izquierda los introdujo él. Al verlo, nadie supondría que este hombre ha estado tras las rejas 72 veces. Ese tiempo encarcelado le sirvió para madurar sus convicciones. En exclusiva para elCaribe, hace un repaso de sus momentos inolvidables, entre los que no pueden faltar los compartidos con el presidente Balaguer.

1. Línea de vida, el Padre Luis Quinn
Del padre Luis Quinn, de quien soy un hijo espiritual, aprendí a servir sin límites y servir toda la vida.

A la edad de 13 años, me involucró en cursos de Líderes Sagrarios. Yo vivía en el campo y a partir de esa época empecé a dirigir clubes y a crearlos en otras comunidades de las provincias. A los 14, el padre me envió a otras provincias, donde fundamos clubes culturales y cooperativas. Participamos en construcción de carreteras y de escuelas. San José de Ocoa es una comunidad que ha construido la mayor parte de sus obras con la ayuda del padre Luis Quinn, la comunidad y la Junta de Desarrollo de San José de Ocoa, organización madre.

2. Niñez en El Naranjal
El fundamento de mi familia ha sido la disciplina y el trabajo. Sin excusas. A nadie le podía doler la cabeza. Soy de un campo que se llama El Naranjal. Mi papá, en ese contexto de trabajo y de disciplina, a la edad de siete años, me compró un burro, una cosa increíblemente importante en mi vida. En ese burro yo iba a la escuela todos los días como un hombre. Cuando el burro se cansó, mi papá me hizo un regalo mayor: me compró un caballo. Cuando el caballo se cansó, tuve que hacer el recorrido a pie.

3. Llegada a Santo Domingo
Llego a Santo Domingo por primera vez, en 1968, a estudiar el bachillerato en el Liceo Juan Pablo Duarte. Fue un espectáculo venir por primera vez a la capital. De donde vivía hasta donde estudiaba, iba a pie y para no perderme, durante el trayecto contaba las puertas y las ventanas.

4. Solo estudiar
Venir de la zona rural a Santo Domingo, fue algo muy duro. De todas maneras, el gran cambio se expresó al no tener que trabajar y eso era un cambio cualitativo, venir solo a estudiar que no era mi caso en el campo. Esa situación tan esplendorosa, tan maravillosa, hizo que a los cuatro o cinco meses de llegar me escogieran como representante de todo el Liceo para unos programas de televisión que había. No conocía el miedo escénico, porque desconocía lo que estaba pasando del otro lado.

5. Graduado con honores
No obstante haber estado preso 72 veces en mi época universitaria, me gradué con honores. Ese tiempo en la cárcel me permitió madurar y depurar aun más mis convicciones, mi actitud de servicio, mi actitud innegociable ante las cosas incorrectas. Lo que yo hice en mi vida de estudiante, era lo mismo que me aconsejaba el padre Luis Quinn, siendo yo dirigente estudiantil o rector de la UASD, nunca me dejó de aconsejar. En ese tiempo, fui dirigente estudiantil y presidente de la Federación de Estudiantes, en tres períodos.

6. Balaguer y sus dos “sí”
Tuve con Balaguer dos “sí” y seis “no”. Los dos “sí” son los siguientes: él apoyó mi gestión en la universidad con presupuesto y logramos recibir y construir 14 edificaciones universitarias en tres años. Ese es el primer “sí” respecto a la universidad. El segundo “sí” se refiere a que el padre Luis Quinn me propuso trabajar para convertir a San José de Ocoa en provincia y que era conveniente que yo fuera candidato a senador por la provincia Peravia, para siendo senador promover que surgiera Ocoa como provincia. Me dijo: ´hay que hablar con los partidos´. Él habló con Balaguer y Peña Gómez. Yo con el PLD, concretamente con Danilo Medina. Todos los partidos aprobaron la idea, al final una parte de los partidos se desdijo. El padre Luis y yo fuimos a hablar con Balaguer para retirar el proyecto, pero Balaguer se negó. Dijo que lo iba a apoyar aunque fuera solo. Ese fue el segundo “sí”.

7. Fuerzas Armadas
Cultivé una relación con personas de espíritu democráctico dentro de las Fuerzas Armadas, entre ellas Soto Jiménez, en ese entonces coronel. Luego de un pleito feo, muy feo, nació una amistad entre nosotros. Estuve preso en la época de Jorge Blanco. A Soto lo tenían de castigo en el cuartel de El Seibo, el jefe de ese cuartel era el coronel Raúl Pérez Féliz, hijo de Pérez y Pérez, un muchacho muy bueno, un caballero, oficial correctísimo. A los presos políticos de izquierda nos regaron y a mí me sacaron en un helicóptero de la preventiva, donde yo estaba y me tiraron donde estaba Soto. Fue ahí donde tuve un encontronazo muy feo con Soto. Cuando estuve fuera de la cárcel, el presidente Jorge Blanco envió al secretario de la Presidencia para saber quién fue el oficial que me maltrató porque el presidente quería dar un ejemplo. Yo le contesté: ‘no sé quién fue’. Protegí a Soto Jiménez. De ahí surgió una gran amistad entre nosotros.

8. Otra vez Balaguer
Siendo yo rector de la UASD, le dije al presidente Balaguer que no era justo que en las Fuerzas Armadas solo se siguiera una línea y que no existiera una actitud democrática para que los militares tuviesen una visión integral. Le solicité que hubiesen profesores de la UASD impartiendo clases en las Fuerzas Armadas y lo aceptó. Introduje 27 profesores, todos profesores de izquierda.

9. Tiempos de izquierda
En la izquierda encontré un espacio donde desarrollar las enseñanzas del padre Luis: sencillez de frugalidad, de servir, de promover igualdad de oportunidad para todos. Yo creo en eso.

10. Interactuando con presidentes
A Balaguer lo defino como una persona que vivía su cargo, no se concebía en un rol distinto. Una persona cortés, pero en función de sus objetivos políticos, yo pienso que despersonalizada. Hacía lo que había que hacer, bueno o malo. Antonio Guzmán era un hombre extremadamente sencillo, bueno, encantador e íntegro. Con Jorge Blanco mantuve unas relaciones estupendas. El tema político era otra cosa. Hipólito Mejía es una persona de mi familia, de mi casa, es un ser humano espectacular. Le tengo un cariño personal. Es muy expresivo. Con Leonel Fernández, tengo una relación desde la época de estudiantes. Aunque la gente dice que Leonel es una persona que se distrae, en las cuestiones concretas no se distrae. Es muy comedido. Es una gran persona. Danilo es un animal político. Es perseverante y en el contexto de lo que es la política dominicana, viéndola desde tiempos bastante lejanos, posiblemente estamos ante un gerente de la política. En unas páginas que se están escribiendo ahora, podemos tener más.

En seis ocasiones le dijo “no” a Balaguer

“Me pidió que fuera presidente de la JCE, le dije: ‘apenas tengo un año como rector y no puedo dejar el trabajo que estoy haciendo para asumir otro’. Él siguió insistiendo. No encontraba argumentos para seguir con mi negativa y le dije:  ‘la ley dice que para ocupar esa posición se requiere ser abogado y yo soy politólogo, no abogado’. Balaguer dijo: ‘eso se resuelve’. Y decidieron modificar la Ley. Le dije que lo iba a pensar pero mantuve el “no”. El segundo “no”, se dio, yendo con Balaguer a San Francisco de Macorís en su helicóptero, a inaugurar unas edificaciones, parte de ellas de la UASD. A la ida me preguntó que qué necesitaba yo.

Le dije: ‘no necesito nada’. Luego de la inauguración de las edificaciones, Balaguer iba a inaugurar unas viviendas populares. Me invitó a acompañarlo. Le dije el tercer “no”. El cuarto “no” se lo di cuando me ofrecieron ser candidato a senador por la capital. El quinto, cuando me ofreció ser su compañero en la boleta. El sexto “no”, cuando disminuido de salud, me llamó y me dijo: ‘mire la situación que tenemos en el Partido Reformista, quiero pedirle que usted ocupe mi lugar´. Yo le dije, de manera espontánea y cariñosa, ‘pero la situación en su partido es tal que ya ni a usted mismo le están haciendo caso’. Me dijo: ‘no, no, no, yo resuelvo eso’. Me negué de nuevo”.

Balaguer
Vivía su cargo, no se concebía en un rol distinto. Una persona en función de sus objetivos políticos. Hacía lo que había que hacer”.

Hipólito Mejía
Es una persona de mi familia, de mi casa, es un ser humano espectacular. Le tengo un cariño personal. Es muy expresivo”.

Leonel Fernández
Con él tengo una relación desde la época de estudiantes. Es muy comedido. En las cuestiones concretas no se distrae. Es una gran persona”.

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