“La boda es un aspecto de nuestra vida privada”

La condición de compañera del nuevo presidente francés, y no de esposa, de Valérie Trierweiler no será un problema en las visitas al extranjero o en las recepciones oficiales en Francia, aunque pueden existir algunas exc

La condición de compañera del nuevo presidente francés, y no de esposa, de Valérie Trierweiler no será un problema en las visitas al extranjero o en las recepciones oficiales en Francia, aunque pueden existir algunas excepciones. Ella misma afirma que la posibilidad de un futuro enlace matrimonial con el hombre que en pocas horas tomará posesión del gobierno en Francia, no es algo que le preocupe demasiado.

Es más, cuando se le ha planteado el tema sin muchos rodeos ha respondido: “hay cosas mucho más importantes que la boda” , y si el interlocutor insiste, ella pone fin a la conversación cuando con firmeza sentencia: “Lo de la boda es, ante todo, un aspecto de nuestra vida privada”. Valérie es periodista con más de 20 años de ejercicio, carrera a la que no piensa renunciar, aunque reconoce que su nuevo rol, la obligará a bajar la intensidad de su trabajo.

La boda no parece estar en sus planes inmediatos
“No estoy segura de que eso plantee tantos problemas. Tal vez para una visita al Papa. Francamente, no es un aspecto que me preocupe. Hay muchas cosas que me preocupan antes que ésa. Lo de la boda es, ante todo, un aspecto de nuestra vida privada”, declaró ValérieTrierweiler, que cuenta seguir ejerciendo su profesión de periodista.

Un problema en otros países
Además de El Vaticano, la cuestión del protocolo relativo a la primera dama podría incidir en países muy religiosos o apegados a ciertos principios, como Arabia Saudita, Indonesia, o incluso la India, pero no es seguro que adquiera verdadera importancia.

Francia: un pueblo flexible, que fija sus reglas
“El protocolo se adapta de manera pragmática, y estamos en el siglo XXI”, declara, pidiendo el anonimato, un especialista del tema del ministerio francés de Relaciones Exteriores.
“En Francia, cuando recibimos visitas de Estado u oficiales, somos nosotros los que fijamos las reglas”, agrega.

Hay quienes aseguran que los franceses no dudarán en aceptarla como su primera dama
En el extranjero, los servicios protocolares se adaptan a lo que Francia pide, acota otra fuente. “Si les decimos ‘traten a esta persona como la esposa del presidente’ ellos lo aceptan”, añade.

Según estos expertos, el protocolo se basa en reglas no escritas que no son ni textos de ley ni texto constitucional.

Un mundo que rompe con los patrones y se abre al cambio
Incluso en los países que podrían plantear problemas, habría que estudiar cuidadosamente si no ha habido precedentes, estiman, señalando al respecto que hoy hay ministros de Relaciones Exteriores homosexuales que pueden viajar con toda libertad al extranjero con sus parejas en ocasión de visitas o reuniones oficiales.

El caso de Carla Bruni y Nicolas Sarkozy
Al principio de su quinquenio como presidente, Nicolas Sarkozy visitó solo la India, sin Carla Bruni, con la que aún no se había casado. Pero la relación era muy reciente y esa ausencia puede explicarse también por razones solamente francesas, recuerda un observador.

La posición del Ministerio de Relaciones Exteriores
“En general, damos facilidades protocolares a los esposos y esposas”, declaró el portavoz del ministerio indio de Relaciones Exteriores, Syed Akbaruddin, precisando que no conoce “los detalles” de la situación de Hollande.

La visión de Indonesia de las relaciones matrimoniales
En Indonesia, país musulmán, compartir la vida sin haberse casado es en general mal considerado por la población. El Consejo Indonesio de Ulemas, la mayor instancia religiosa del país, sólo autoriza las relaciones sexuales dentro del matrimonio.

Situaciones que no comparten, pero que respetan
Pero los indonesios, que practican en general un Islam moderado, no esperan que los extranjeros de otras religiones respeten sus principios. En 2010, una visita de la primera ministra australiana Julia Gillard, que vive en pareja sin estar casada, no provocó ninguna controversia.

Otros lugares no son tan flexibles y ponen ciertas reglas
En cambio, en una monarquía del Golfo, donde la cohabitación fuera del matrimonio está prohibida, las condiciones protocolares podrían ser un problema si Hollande decide viajar a el con su compañera.

Hasta el momento se desconoce si Hollande preferirá esperar a casarse, antes de viajar junto a Valérie
En enero de 2008, Nicolas Sarkozy debió hacer su primera gira por la región sin Carla Bruni, con la que todavía no se había casado. l agencias

Apertura
Hoy hay ministros de Relaciones Exteriores homosexuales que viajan con libertad al extranjero con sus parejas en visitas oficiales”.

Flexibilidad
En Francia, cuando recibimos visitas de Estado u oficiales, somos nosotros los que fijamos las reglas”.

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