Ser artista es para Fernando Ureña Rib una vocación esencial y pura, es comunicar a través de imágenes los anhelos, miedos y contenidos mentales, emocionales y espirituales más profundos. Él recuerda que siendo muy joven su pasión por las artes lo llevó a ser capaz de cruzar el Atlántico hacia España con solo doscientos dólares en los bolsillos y el pasaje de regreso. Se quedó allí varios años absorbiendo los conocimientos artísticos e, incluso, hizo varias exposiciones gracias a don Gregorio Marañón y al Instituto de Cultura Hispánica.
Aunque Fernando se ha dado a conocer tanto en el país como en el extranjero por sus pinturas de desnudos cargados de sensualidad y las formas orgánicas, también en los últimos años ha dado riendas sueltas a otra de sus facetas: la escritura, teniendo en su haber varias publicaciones.
Ureña Rib en la actualidad se encuentra residiendo en Alemania, donde ocupa el cargo de Agregado Cultural en la Embajada de República Dominicana, y en una de sus visitas al país aprovechamos para que nos hablara de su vida sus proyectos y la labor que desarrolla desde su cargo para dar apoyo a los artistas plásticos, escritores y cantantes dominicanos residentes en Europa.
1. Mi niñez
Mis primeros años estuvieron impregnados de amor y espiritualidad. Recuerdo con nostalgia mis veranos en Monte Adentro, Salcedo. Los abuelos paternos, primos y tíos conformaban un ambiente humilde y maravilloso, pleno de naturaleza y de color. Mi niñez fue tiempo de descubrir y crear.
2. Mis padres
Mi padre fue un inventor improvisado. En el patio tenía un taller con sus inventos rudimentarios, pero inteligentes, que intentaban resolver problemas para la gente. Pedro Ureña Jiménez fue un hombre curioso y amoroso. Mi madre, Martha Rib de Ureña, era modista y vistió generaciones de novias dominicanas. Era muy creativa y sabía dibujar, diseñar y adaptar la moda internacional a las necesidades locales, sobre todo cuando hacía fastuosos vestidos de fiesta.
3. Mis hermanos
Fui bendecido con una familia de artistas. Pedro, se dedicó a la arquitectura y luego a la antropología y a la lingüística. Ahora es un enciclopédico. Frank, fue un apasionado de la música clásica y recorrió el mundo con la Orquesta de Cámara de Zurich y luego el país, con la Orquesta Sinfónica Nacional. Su sana vida fue tronchada por la violencia que impera en el país. Mi hermano mellizo, Edgar, es además de arquitecto muy buen cantor. Entre todos nos entreteníamos con las cuestiones del arte.
4. Mis estudios
Fui muy afortunado. Me sentaba siempre en la primera fila y preguntaba a los maestros todo lo que no entendía. Eso me ayudó a tener una excelente comunicación con los maestros, quienes se esforzaban por enseñarme. Así ocurrió en la pintura, con Jaime Colson, y en la literatura y la filosofía con Pedro Mir.
5. La pintura
La pintura es mi pasión, una forma de abstracción y de meditación profunda. Me pierdo en los mundos del color y de la forma y me olvido de que pinto. Cuando resurjo y salgo de esos laberintos de la creación, hay una nueva obra pictórica de la que me admiro y me sorprendo.
6. Mi primera exposición
La organizó la señora Ana Cury en la Galería Colonial de Santo Domingo. Desde entonces, las exposiciones me llevaron a museos y galerías de muchos países alrededor del mundo. Entre ellas, hubo muestras de mucha repercusión, como la de Roma, en 1988 y las presentadas en museos y universidades de Sudamérica, Canadá, Europa y Estados Unidos.
7. Un reconocimiento
Ni como artista ni como escritor he recibido otros reconocimientos que no sean los del favor del público. No busco reconocimientos. Basta con que uno sea quien es, que sea auténtico y fiel a sus principios. No me parece apropiado cabildear premios, no participo en concursos, bienales… no creo en ese tipo de competencia. La obra está ahí, ella misma irá tomando su lugar en el espacio y en las conciencias.
8. Ser esposo
He estado casado dos veces. La primera, Cristina, es la madre de mis hijos. Fue un matrimonio estable durante mucho tiempo. Mi segunda esposa es Carmela, a quien conocí hace más de 25 años en Montreal, Canadá. Hemos desarrollado una relación de amor muy profunda en todos los sentidos y acostumbramos a viajar juntos, tratando de descubrir cada año un nuevo país, otras formas de vida. Eso renueva la vida de la pareja y aporta experiencias que la enriquecen y la nutren. Le agradezco mucho y aprecio a Carmela porque ella es quien se ocupa de la parte administrativa de nuestros negocios y de esos otros asuntos que le restan tiempo al artista para crear su obra.
9. Ser padre
Tengo dos hijos maravillosos. El mayor es Dirk Manuel, quien además de ser administrador de empresas es un excelente traductor, ya que habla y escribe en varios idiomas. Y Patrick José, quien se ocupa de todos los trabajos de nuestra Fundación Ureña Rib, y está dedicado al fomento y a la divulgación del arte.
10. Mi mejor amigo
Mi mejor amigo fue un hombre excepcional. Murió hace unos años. Gran compañero de muchas horas de reflexión y diálogo crítico y ameno. Me refiero a George Arzeno Brugal, un hombre inolvidable y de alta calidad humana. Ahora mis mejores amigos son los libros, que son una invitación a la meditación y al descubrimiento
El valor de sus enseñanzas
Tuve tres maestros significativos en mi carrera. Jaime Colson y Domingo Liz, a quienes agradezco mucho más de lo que pueda mencionar en estas líneas. Y en la ciudad de Montreal aprendí del gran maestro serbio Josef Maisner, técnicas que yo desconocía.
En cuanto a la escritura, mencioné ya al escritor don Pedro Mir, de quien aprendí mucho a través de extensos diálogos.
Maestros más lejanos en el tiempo y la distancia, pero no en el espíritu, he tenido muchos. Y no creo que debería dejar de mencionar entre ellos a Sandro Boticelli. De cada uno de ellos he obtenido grandes conocimientos que me han ayudado en mi desarrollo intelectual.
