“Lo peor de mi vida fue el año que pasé en el Triunvirato”

En el umbral de los 85 años, Ramón Cáceres Troncoso conserva, no solo sus facultades, sino también su buen sentido del humor.

En el umbral de los 85 años, Ramón Cáceres Troncoso conserva, no solo sus facultades, sino también su buen sentido del humor.Y es que ninguna situación, por negativa que haya sido, puede arrebatarle la sonrisa, y mucho menos puede convertirse en un motivo de rencor o resentimiento.

Para él, haber formado parte del Triunvirato que gobernó al país luego del golpe de Estado que sacó a Juan Bosch del poder, fue lo peor que le pudo suceder en la vida. Sin embargo, considera que aunque fue una experiencia amarga, no se arrepiente de ella.

En el plano personal, no puede ocultar la emoción, y las lágrimas lo traicionan, al afirmar que se siente bendecido por sus hijos y por la compañera de vida que le ha tocado, a quien define como una mujer excepcional.

1. Nieto de dos presidentes
Nací el día 26 de diciembre de 1930, mis abuelos fueron Mon Cáceres y Manuel de Jesús Troncoso, presidentes de la República, es decir que creo que mis hermanos y yo somos los únicos ciudadanos que nuestros dos abuelos fueron presidentes de la República. Soy el hijo mayor del matrimonio de mis padres, Marino Emilio Cáceres Ureña e Isabel Genoveva Troncoso Sánchez. Nací tres meses después del ciclón de San Zenón. La casa donde vivían mis padres se destruyó, la casa donde vivía mi abuelo, también se destruyó. Entonces, mis padres se mudaron donde estaba la oficina de mi abuelo en la Isabel La católica, que había sido su casa durante mucho tiempo y donde se había criado mi mamá. A esa casa se mudaron todos. Ahí le dieron los dolores a mi mamá, el 25 de diciembre de 1930, y a la una de la mañana del día 26 nací. Mis padres eran unos santos para mí. Eran muy buenos. Mi papá nunca nos puso las manos. Era muy sereno y apacible, aunque era recto, fuerte y enérgico. Mi mamá, además de ser bella, ella fue reina de la Gran Fiesta de la Raza, se coronó como Isabelita I y ganó abrumadoramente. Fue una madre recia y dulce a la vez.

2. Cuatro hermanos
Mi infancia fue muy agradable, fui un muchachito tranquilo. Después de mí, nació mi hermano Manuel Altagracia Cáceres (Memé); después, Marino Emilio Cáceres y el cuarto Antonio de Jesús. Mi mamá se quedó sin hijas. Luego, nos mudamos a la calle Pasteur, al lado de mi abuelo. Ahí viví toda mi vida de niño, de joven, de soltero. Ahí fui a la escuela y terminé la universidad.

3. Estudios superiores
Me gradué de bachiller en el año 1948 y desde esa fecha, hasta el 53 estudié en la universidad. Estudié Derecho. Los profesores eran muy buenos. Todas las noches estudiaba con Hugo Tolentino, José Cordero Michel, que murió en la invasión, Rafael Molina Morillo y Ruddy Leyva, hijo de un general del ejército. Esos años los pasé en la oficina Troncoso y Cáceres.

4. Funcionario
Cuando me gradué, me fui a España algo más de un año a realizar un postgrado en la Universidad de Madrid. Después me nombraron en Relaciones Exteriores, como miembro del protocolo, y después pasé a ser secretario de primera clase entre organismos internacionales, y un buen día me destituyeron. Pienso que alguna información le habían dado a Trujillo de que yo estaba conspirando en su contra. A los dos meses de destituirme, me apresaron, me dieron muchísimos golpes. A los cinco o seis meses de soltarme, me dieron permiso para salir del país y me fui a Nueva York. Allí aprendí el poco inglés que sé.

5. Abogado
Como te conté, yo nací en la oficina Troncoso & Cáceres. Me gradué de abogado y en esa oficina inicié y he ejercido mi carrera. La oficina estaba en la Pasteur, luego nos mudamos a la calle Mercedes, ahí estuvimos un tiempo y de ahí nos mudamos a la calle 19 de Marzo. Ahí estaba la oficina cuando estalló la guerra y ahí se instaló el comando de Poasi. Un buen día, un amigo nuestro que trabajaba en Industria y Comercio, en un camión, que se llama Antonio Castro, pudo entrar y la gente de Poasi le entregó todos los libros y archivos de la oficina y él pudo salvarlos. Se perdieron como cuatro o cinco libros. Las colecciones se completaron con libros que se pidieran a Francia.

6. Matrimonio
A mi esposa la conocí siendo yo Secretario de Finanzas del Consejo de Estado, en el año 1962. En esas funciones, viajé a Méjico, presidiendo una delegación dominicana. En una reunión del Consejo Económico Social Latinoamericano de la OEA, estando en Méjico estalló la crisis de los cohetes en Cuba, y, por supuesto, la conferencia se quedó en el aire. Íbamos al lugar de la conferencia, pero no había nada. Así que se dio por terminada esa actividad. Ahí conocí a mi esposa, María Matilde Matos de Cáceres, que era hija del embajador de la República Dominicana en Méjico, que se llamaba Eduardo Matos. Nos casamos unos cinco o seis meses después de conocernos y ya tenemos 52 años de matrimonio, el próximo año cumpliremos 53. Tenemos tres hijos, Ramón, Ana Isabel y Claudia, los tres se graduaron como abogados, el mayor no ejerce, Ana y Claudia ejercen.

7. Miembro del Triunvirato
Ejercí el Poder Ejecutivo durante el Triunvirato, y mi primo mayor, Héctor García Godoy, fue presidente de la República. Yo era embajador en Italia y Donald Read me llamó para informarme que Ramón Tapia había renunciado del Triunvirato. Ramón y yo nos quisimos mucho, fuimos grandes amigos. Donald, que también era muy amigo mío, me pidió que regresara al país a ocupar el puesto de Ramón. Yo estaba renuente a venir, pero acepté. Era una situación extremadamente difícil. Era un gobierno totalmente impopular. No había forma de uno hacer algo que fuera bien visto. Todo lo que uno hacía estaba mal. Poco a poco se fue deteriorando la situación y terminó en lo que usted sabe, desgraciadamente. Estábamos luchando porque se realizaran elecciones. Yo quería que en las elecciones participara el PRD, que participaran Bosch y Balaguer, que participaran todos, pero los políticos de entonces, que no estaban de acuerdo con nuestra posición, querían hacer elecciones pero que no participaran ni Bosch ni Balaguer.

8. La Revolución de Abril
Cuando empezó la Guerra de Abril, yo era parte del Triunvirato. Yo fui el quinto miembro del Triunvirato. Los primeros fueron don Emilio de los Santos, Manuel Henríquez Tavárez y Ramón Tapia. Don Emilio de los Santos renunció a raíz de Las Manaclas, por la muerte de Manolo. Cuando Caamaño entró al despacho nos dijo que nos trataría con la mayor decencia, y así fue. Yo estaba desesperado porque ese período de mi vida terminara, porque eso no tenía nombre, ¿tú sabes lo que es todo el mundo hablando mal de uno? Yo consideraba que no merecía que hablaran así de mí.

9. Lector
Me gusta leer, he leído todas las novelas clásicas habidas y por haber. Me leí a Alejandro Dumas, a Víctor Hugo, El Quijote lo leí dos veces. Aprendí Geografía con las novelas de piratas de Emilio Salgari y con Rafael Sabatini. Aprendí lo que era el continente africano leyendo a Tarzán. Todas las novelas de Tarzán me las leí.

10. Amarga experiencia
Lo más triste en mi vida fue el año que pasé en el Triunvirato, ni siquiera el tiempo que pasé en la cárcel fue peor que eso. En la cárcel hice grandes amigos, pero el Triunvirato fue lo peor. No me arrepiento, porque forma parte de mi vida y esa experiencia me dio a conocer. No me arrepiento, pero fue una experiencia muy amarga. Me siento satisfecho de mi vida, de mis hijos y de mi mujer. Mi esposa es mi compañera, mi amiga, ella es lo máximo para mí. Me siento muy feliz de haber compartido mi vida con esa extraordinaria compañera.

Una oficina abierta durante un siglo 

Mi papá era abogado y todos mis tíos maternos fueron abogados, que eran hijos del fundador de esta oficina, Manuel de Jesús Troncoso. Esta oficina cumplió 100 años, en esta etapa la integran mis hijas Claudia y Ana Isabel, el señor Luis Mora Guzmán, un hombre de mucho prestigio y conocimiento, él lleva 38 años en la oficina, fue miembro de la Junta Central Electoral y mi sobrino Jesús Troncoso. El abogado es lo que dice la ley, un miembro de la justicia. Es un elemento esencial en la administración de justicia. Es una profesión muy completa, que te da conocimiento para manejarte en la vida. Esta es una de las profesiones más completas. Hay abogados que merecen mala fama, pero otros nos merecemos una buena fama. Después del Triunvirato me fui a España, por tres meses; tres en Miami y un mes en Méjico, de ahí vine a Santo Domingo, me integré a la oficina hasta el día de hoy. Eso fue en enero del año 1966. Ahora son los jóvenes la cabeza de esta oficina. 

El Derecho
Yo nací en la oficina Troncoso & Cáceres. Me gradué de abogado y en esa oficina inicié y he ejercido mi carrera.”

Apresado
“Fui prisionero con el grupo del 14 de Junio. Estuve preso, me dieron muchísimos golpes. Yo he pasado por todo lo malo que se pueda pasar”.

El Triunvirato
“Era un gobierno totalmente impopular. No había forma de uno hacer algo que fuera bien visto. Todo lo que uno hacía estaba mal”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas