Niní Cáffaro: “No soy ambicioso, voy aceptando la vida sin atropellar”

Niní Cáffaro cumple tres años al frente de la dirección  general y artística del Teatro Nacional Eduardo Brito, que  coinciden con el 40 aniversario de esta institución a la que dedica toda su atención porque es un gran gestor de los pies…

Niní Cáffaro cumple tres años al frente de la dirección  general y artística del Teatro Nacional Eduardo Brito, que  coinciden con el 40 aniversario de esta institución a la que dedica toda su atención porque es un gran gestor de los pies a la cabeza. Pero ante todo Niní pertenece a todos los dominicanos como símbolo transmisor de un mensaje de todos los tiempos, el poder del amor universal.

La canción “Por amor”, de nuestro maestro Rafael Solano, lo inmortalizó. Y, contrario a otros, aunque no se ha dedicado a tiempo completo a ser un artista, todos lo reconocemos como tal.

Sus 27 años en el sector privado dan cuenta de su capacidad gerencial al lado de la familia León Jimenes de la que aprendió a mantener siempre sus puertas abiertas a todos los que le procuran. 

 Cuando llegó al Teatro Nacional en calidad de su director general y artístico no se sintió extraño porque hay que recordar que mientras laboró en la Cervecería Nacional Dominicana, dirigió por 24  años los premios El Casandra.

Llegó a esta posición por decreto del presidente Leonel Fernández quien lo eligió entre una terna. Niní no es político. Públicamente no ha manifestado su simpatía a nadie, lo que ha estado de moda en nuestra clase artística en las últimas décadas. Niní no se ha dejado contagiar pese a que ocupa una posición a la que se llega, más que por el arte, por las conexiones políticas. El presidente Danilo Medina lo ratificó en el cargo.

Ahora de frente a la celebración del 40 aniversario del Teatro Nacional, anuncia con orgullo la presentación de “La Boheme”, simbólica y aclamada ópera de Giacomo Puccini, auspiciada por el Ministerio de Cultura, lo que define como un acontecimiento nacional.

Niní se siente realizado porque ha logrado que el Teatro Nacional sea auto sostenible, y en ese sentido destaca el remozamiento total de los baños, la inauguración de sus camerinos, el cambio de todas sus tuberías de agua, así como el estreno de su página web, situándose a la altura de los nuevos tiempos y acercando el Teatro a todos.  Aspira a que se implemente una seguridad  en toda la Plaza de la Cultura que garantice sus edificaciones porque “después de la una de la madrugada esto aquí es tierra de nadie.” Este galán tiene ya 74 años de edad. Mejor llevados imposible. Y algún secreto tendrá que tener aunque él lo niega. Tal vez su filosofía de vida: “No soy ambicioso, no me preocupa ser rico, voy aceptando la vida sin atropellar a nadie y he tenido la suerte de ir obteniendo las cosas que otros para lograr han tenido que atropellar”.

Su aniversario 40, el Teatro Nacional lo recibe inmerso en trabajos de remozamiento de todos sus baños, la inauguración de camerinos , la sala de ensayo, ¿cuenta con un buen presupuesto?
No tenemos presupuesto. Lo que ha habido es un incremento en los ingresos a través de las salas y eso nos ha hecho auto sostenibles en lo relativo a gastos menores.

¿Siendo el Teatro Nacional una dependencia del Ministerio de Cultura, logra tener autonomía en el manejo de las salas?
He logrado con el Ministerio de Cultura, un acuerdo de palabra desde el anterior Ministro, en el sentido de no regalar las salas. Como el Teatro Nacional no tiene presupuesto yo le expuse que si las salas se regalan los gastos  que se originen en una función correría por cuenta del Ministerio no del Teatro. Lo que genera el alquiler de las salas es lo que nos permite ser auto sostenible. .

Las  cosas “mayores” que debe enfrentar como el cambio de butacas,  alfombras, ampliación del parqueo,  equipos de sonido y de luces, ¿cómo la maneja?
He dado los pasos en ese sentido. He enviado a la Presidencia a través del Ministerio de Cultura las cotizaciones de lugar. Para que te hagas una idea el cambio de todas las luces ronda los US$476 mil; el del equipo de sonido, US$212 mil y el de las butacas, US$448 mil.

¿Qué sintió cuando lo nombraron?
Asumí un reto. El de enfrentarme a esta nueva gestión, de observar, de  chequear y poner en marcha lo que ha sido  mi estilo de trabajo siempre: dejar que la gente haga, que se realice y supervisar. Hacer que se cumpla todo lo que son los objetivos del Teatro.

Recursos
Ha habido un incremento en los ingresos a través de las salas y eso nos ha hecho auto sostenibles en lo relativo a gastos menores”.

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