“La vida ha sido muy buena conmigo”

Su último empleo como periodista fue en el desaparecido periódico La Nación, donde laboró poco más de un años, 1996-1998. Anteriormente, Rafael Ovalles inició su caminar en los medios de comunicación en el Nuevo Diario en 1984, experiencia,…

Su último empleo como periodista fue en el desaparecido periódico La Nación, donde laboró poco más de un años, 1996-1998. Anteriormente, Rafael Ovalles inició su caminar en los medios de comunicación en el Nuevo Diario en 1984, experiencia, que luego le dio paso a laborar en los más importantes medios de comunicación del país, donde, explicó, tuvo la oportunidad de cubrir casi todas las fuentes periodísticas, como Las Sociales, el Congreso Nacional, Cámara de Diputados, el Senado, Educación y Salud Pública. En esta última, obtuvo dos premios en el área de la salud. En ese sentido, expresó: “Yo era una bola que rodaba por todas partes, pero lo importante es que estemos dispuestos hacer nuestro trabajo, porque a veces hay personas que se meten en un área, y eso es bueno, la especialización, pero la diversidad en este caso es importante, y quizás eso me ha dado la satisfacción de que cuando caigo en un medio, no me es indiferente.

¿Quién es Rafael Ovalles?
Soy un hombre de todo o nada. Pero prefiero el todo, no creo en las medias tintas. Incluso hasta mi forma de hablar con las personas es de forma directa, tengo la facilidad de decir las cosas como son, pero siempre tratando de ser prudente para no ofender. Para eso hay que tener un poco de coraje y creo que Dios me ha dado la oportunidad de desarrollar esa área. Soy un hombre de compromiso, no pastelero. Pastelero es una expresión cubana que significa, ni con dios ni con el diablo.

Periodista, relacionista público, mánager, funcionario del Gobierno. ¿Cómo se da esta mezcla?
Esta mezcla de trabajo tan disímil, se manifiesta de la siguiente manera. Siempre tuve inquietudes y me gustaba la administración, la gerencia. Era muy austero, buscador de dinero. Realicé muchos trabajos y gane buen dinero, siempre en acciones que fueran honestas y decentes, eso me llegó a crear un espíritu emprendedor y un poco de comerciante, de gerente. Siempre hice periodismo para darme gusto, pero busqué en las relaciones públicas, en el teatro, el canto y la televisión la forma de ganarme la vida. Gracias a Dios logro vivir bien, porque, por demás, para esto no se necesita mucho dinero, sino que lo que se necesita es no ser muy ambicioso, o mejor dicho, desmedido.

¿Extraña los medios?
Sí, muchísimo, todos los días. Me da envidia ver cuando un periodista anda buscando la noticia. Yo quisiera buscarla, pero también entiendo el trabajo que se pasa cuando tienes que responder, a veces, a una misma hora, cuatro o cinco necesidades y, que por demás, ganas poco, a veces, lo que no te permite cubrir tus necesidades básicas, entonces me duele, porque soy periodista de formación y es lo que más conozco.

¿Qué le gusta hacer cuando está fuera de la oficina?
Me gusta leer, compartir con mi familia, mi esposa, y una vez al mes compartir con los amigos. Muy poco, pero lo hago. No me gustan los restaurantes, no es que no vaya, pero no soy apasionado del arte culinario, ni de la buena comida, soy una persona sencilla, que me gusta estar en mi casa leyendo. Con eso crezco, me alimento, me activo. Me gusta escudriñar mucho, como periodistas que soy, saber cada vez más. He tenido todo lo que he querido. Tengo la mujer que siempre quise tener, las amistades que busqué como tal y una familia que me hace sentir orgulloso. Un buen tronco, empezando por mi madre y mi padre, ambos fallecidos que van conmigo cada día y que los siento siempre a mi lado. Por eso tengo esa energía, esa fuerza y nunca nada me ha salido mal.

¿A qué le teme Rafael Ovalles?
A nada. Los miedos hay que trabajarlos. Nunca he tenido miedo, nunca me he enfrentado a problemas. Siempre estoy dispuesto. No tengo miedo, porque nunca me he lanzado al vacío. Tengo una intuición, que sigo de manera directa, permanente, que generalmente me dice cómo debo hacer las cosas. He sido muy asertivo. No me meto en nada, ni personal ni de ningún sector que después no tenga como salir.

¿Cuáles han sido sus logros al frente de Infotep?
Me siento sumamente agradecido, contento, porque he logrado lo más importante, que es dirigir un equipo grande, sobre todo en la parte cuantitativa. Llegué con instrucciones del presidente Danilo Medina de avanzar, modernizar y responder a sectores específicos en el Infotep. Entonces como sabrás, no maltrato, no cancelo. Trabajo con el equipo que encontré, que viene de varios directores. Siento que este equipo está bailando al mismo ritmo conmigo. En el Infotep vamos atacando fuertemente tres grandes ejes: uno es el de las construcciones que se han hecho en nuestra gestión y otras que iniciaron su proceso de ejecución. Estamos construyendo un gran edificio en la regional central, en la John F. Kennedy. El del Distrito Nacional es más bien talleres y aulas. Está dotado de un multiuso en el cuarto piso con el objetivo de que sirva de área de almuerzo para unos 300 empleados que tenemos en esta oficina principal. También tiene un taller abajo y arriba seis aulas, donde con el apoyo del Poder Ejecutivo lo construimos para formar técnicos en el sector calzado. República Dominicana se proyecta como uno de los países de mayor oportunidad de exportación para los próximos cinco años y desde ese sector estamos comprometidos con la formación de 20 mil técnicos que va a requerir esa industria. También contamos con un taller de masajes que puede encajar en lo que se llama turismo de salud, con técnicas de distintos países y para eso contamos con el apoyo de expertos internacionales, a través de Taiwán y de otros organismos.

¿Qué otras metas tienen en carpeta?
Después de estas construcciones, vamos a trabajar en la parte de la plataforma tecnológica, y cuando tengamos todo, penetrar a todo el territorio nacional. Nuestra red usa también los servicios de los centros operativos del sistema (COS), que son como colegios, a los cuales les contratamos las acciones formativas o cursos. Contamos con 35 talleres móviles y este año vamos a comprar 35 más, porque la idea es llegar a todos los rincones del país.

¿Cuál ha sido su mayor logro?
Mantener un matrimonio durante 33 años en perfecta estabilidad, sin ningún vaivén. Un matrimonio que funciona, que esta basado en un diálogo permanente. A veces, somos dos personas con raíces muy similares, pero eso no significa que no entremos en contradicciones, pero siempre le encontramos una solución. Entonces ese matrimonio, ese hogar, esa mujer me dio la oportunidad de ser padre dos veces, de Rafael Antonio, que es psicólogo clínico, y de Natalí, arquitecta, y que hoy cursa una maestría en Arquitectura del Paisaje en la Universidad de California. Ver la respuesta de tener dos hijos sanos, saludables, seres humanos buenos, que tienden la mano. Bueno, creo que ese es el mayor logro.

De dejar el cargo, ¿a qué se dedicaría?
Volvería a las relaciones públicas, a todo lo que sé hacer. Soy un hombre trabajador, no tendría inconvenientes de volver a las relaciones públicas. Si yo ganara dinero suficiente, del cual pudiera vivir con comodidad, a mí lo que me gustaría es ser redactor.

Deber
El periodismo cuando se ejerce con pasión, como un sacerdocio, como un compromiso social, generalmente no da mucho”.

Tema
El hombre tiene que aprender a asumir responsabilidades, a tomar decisiones, no puede nadar en dos aguas; aunque crea que se la está comiendo, finalmente se ahoga”.

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