“Intento hacer un trabajo que cruce fronteras”

Fausto Rojas es un actor y productor que -tomándole la palabra- intenta hacer un arte que trascienda y cruce fronteras.

Fausto Rojas es un actor y productor que -tomándole la palabra- intenta hacer un arte que trascienda y cruce fronteras. Una persona que intenta amar a sus seres queridos y dar lo mejor al mundo que le rodea. Recientemente, encarnó un maravilloso personaje en la obra “Por los caminos del hambre acontecen palomas”, un protagónico que empuja a conocer más de este amante del arte.

¿Cuáles son los elementos que usas para componer personajes en el teatro o en el cine?
Parto de un buen análisis del libreto o guión. Si tienes al autor mejor aún, ya sabes, cada intención y cada detalle, micros y macros te los transmite en su sentido más puro y directo, además de brindarte su visión de la obra en general y de tu personaje en particular, partes de una zapata muy sólida. Si no tienes al autor, con el director y criterio propio, y con las técnicas para analizar un texto vas descubriendo el esqueleto del mismo, sus actos, unidades, ideas, intenciones, etc. Cuando me levanto, es decir, cuando me pongo de pie, cuando empiezo a buscar soluciones, parto desde mi más sincera honestidad, desde mi más sincera verdad antes las situaciones y circunstancias que vive el personaje. En el teatro comienzo memorizando, empiezo a construir y a decir y a hacer bloques de la obra, se las enseño a Radha, él ve, me alimenta, me quita, me pone, limpia, me sugiere o me indica que ando en un camino interesante y vamos construyendo en ese sentido. Yo continúo memorizando y construyendo acciones, buscando el cuerpo y la voz del personaje, lo último que instalo es la emoción. Me gusta crear de noche. En el cine, lo mismo, lo único que puntualmente me voy a tres cosas fundamentales, objetivos y obstáculos por escenas, acciones físicas que le acompañan y el súper objetivo a lo largo de la película.

¿Cuál ha sido tu trabajo actoral más difícil y qué dimensión tiene en haber hecho ese personaje y esa obra?
Este ha sido mi trabajo más complejo y más difícil de ejecutar. Era un señor reto, es todavía; cada noche antes de salir, visualizo el trayecto a recorrer y me entran los nervios. Este personaje es muy fuerte, un texto mayor y unas partituras un tanto complejas, pero ricas para que un actor se luzca y muestre sus capacidades. Construir acciones, imágenes, movimientos que interesen, que te mantengan interesados, no es tarea fácil. Sabes que esta obra y estos personajes siguen perfeccionándose día a día. Cada función trae sus observaciones y críticas. No paramos de trabajar y perfeccionar nuestro trabajo. La obra seguirá creciendo. Estamos contentos de haber sacado la cabeza en esta obra. Vemos que los esfuerzos, luchas y crisis que hemos vivido durante el proceso en este reto que nos puso el viejo Radha han comenzado a dar sus frutos. Esta obra es muy especial para un servidor, ya que fue escrita para mí.

¿Cómo fue componer tu personaje en “Por los caminos del hambre acontecen palomas”?
Mediante las lecturas con el director, las lecturas del autor-director sobre la obra, sus ejemplificaciones físicas y sonoras, vi sombras y luces del personaje.
Comenzamos a jugar, a decir lo que decía este personaje, el texto, a transmitir sus ideas, a trabajar las transiciones. Lo empecé a buscar en mí, a explorar su posible cuerpo, su voz, su quehacer, sus ritmos, acciones; sin forzar, trabajando y presentando, dejando que el río fluya, sin tiempo, sin prisa, sin fechas pautadas y sin pausas. Un proceso continuo, indetenible y odioso, pero sabroso. Pero el encontrarlo y ponerlo de pie fue un proceso creativo interesantísimo. Mi mayor reto como intérprete, una obra mayor, en “Confesión”, era casi el mismo tiempo de duración, pero compartido con Luvil en escena. Aquí soy yo sólo la mayor parte, y eso no es fácil. Es una partitura compleja y demandante la que hemos creado. Esta obra fue un enfrentamiento con un toro, lleno de retos, y dificultades. Cada vez que ejecuto una que otra parte de la obra, son logros y metas alcanzadas.

En tu trabajo de composición de un personaje, ¿cómo lidias con el significado de las palabras y su valor para descubrir modos que le den dimensión al papel?
Tenemos una base de técnicas y principios que siempre integramos y trabajamos . Aunque lo disfracemos. Somos eclécticos y hemos tomado de diferentes fuentes. Le huimos a la ilustración. Buscamos el verdadero oficio y quehacer del personaje. Hacía dónde podría caminar su accionar. Vamos viendo imágenes, logrando composiciones partiendo de las palabras, de las imágenes generadas por las palabras y de las imágenes de las palabras mismas. Sobre asfalto de verdad, (intenso trabajo previo con el texto y el cuerpo) construimos los grandes y pequeños momentos de la obra y del personaje, su ubicación en la ficción- espacio, su relación con los objetos. Conscientes de que nuestra meta es transmitir y comunicar belleza. Fijar no es fácil. Encontrar grandes imágenes tampoco, pero explorar e intentar comunicar y transmitir belleza es la satisfacción mayor que nos llevamos, ya que estamos cumpliendo con el verdadero objetivo del arte. Vivimos buscando las grandes acciones e imágenes que nos acompañen, pero ahora sucede que lo grande está en lo simple, que menos es más, que si escuchas la palabra, sus imágenes, siendo honesto, creativo, trabajador, asumiendo el mayor de los riesgos, entregando el todo por el todo, puedes lograr grandes cosas en el arte de actuar.

¿Cuáles son tus paradigmas de actuación en el cine y el teatro dominicanos?
Rafael Villalona es el actor que para mí mejor lo ha hecho delante de una cámara aquí en la isla. Tuve el honor de tenerlo como maestro de dirección en mi último año en la Escuela Nacional de Arte Dramático. En el Teatro entiendo, y no porque esté cerca de él, que Radhamés es el más grande artista de la escena, director, dramaturgo excepcional y sobre todo un maestro del teatro en el amplio sentido de la palabra. Como actores, mis preferidos son Ángel Haché y María Castillo, quien fue mi primera maestra de actuación.

¿Sobre lo de mis paradigmas en teatro? La creatividad, el trabajo, la disciplina y la selección de proyectos de Manuel y Gayumba específicamente. El trabajo, oficio y dedicación de Franklin Domínguez y mi maestro Iván García. Y las actuaciones y acertadas creaciones de personajes de mi querido Ángel y María castillo.

Día a día
Los talleres y encuentros con maestros de interpretación por Youtube son mis pasatiempos favoritos actualmente.”

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