“Para actuar bien tienes que tener talento, como todo”

A Carlota Carretero siempre le gustó ser actriz. Recuerda que de pequeña se aprendía los poemas, le gustaba la literatura, e imitaba gestos y creaba personajes. “Creo que forma parte de mi naturaleza”. Para ella, la clave para ser una buena…

A Carlota Carretero siempre le gustó ser actriz. Recuerda que de pequeña se aprendía los poemas, le gustaba la literatura, e imitaba gestos y creaba personajes. “Creo que forma parte de mi naturaleza”. Para ella, la clave para ser una buena actriz, consiste en, además de sentir pasión por lo que haces, también tener disciplina, fe, empatía y profundidad por lo que realiza. Considera que el ser actriz, algunas veces es difícil, pero entiende que lo importante “es que sientas que eso es lo que quieres hacer en la vida, luego todo fluye”. La actriz es el personaje principal de la obra “El último instante”, bajo la producción de Guillermo Cordero, quien regresa a la escena con este monograma, del dramaturgo dominicano Franklin Domínguez. En esta, Carretero personifica a “Noemí”, “atraviesa una crisis, recluida en el hospital, perdida en los laberintos de su memoria, reconstruye los episodios que marcaron su vida y se confiesa para exorcizar sus fantasmas”.

¿Qué diferencia existe entre el actor de cine, teatro y televisión?
Son medios distintos, en el teatro se necesita proyección de la voz, gestos más amplios, dominio escénico, aunque la actuación debe ser tan convincente como en el cine o la televisión. El cine es más íntimo, la cámara está sobre ti, los excesos pueden ser odiosos. La televisión es un poco más efectista. Me parece que las telenovelas y series van adquiriendo un poco más de profundidad, pero se mantienen estilos de actuación, formatos y contenidos más elementales en la mayoría de los casos.

¿Para ser actor basta con tener una gran personalidad, carisma…?
Son elementos muy importantes pero hacen falta otros, como disciplina, buena memoria, sensibilidad y dejar salir el personaje, ser otro.

Actualmente está en escena la obra “El último instante”. ¿Cuál es el área en que se recrea este monograma?
En esta nueva versión, el productor y director Guillermo Cordero sitúa al emblemático personaje entre las cuatro paredes de un manicomio donde, presa de su pasado, se enfrenta a las voces de una serie de personajes de su atormentada existencia, quienes desfilan por su memoria llenándola de culpa y de vergüenza. A pesar de su complejo trastorno emocional, la historia de Noemí, quizás no sea en definitiva de derrota y desesperanza, pues de seguro encontrará algún alivio en los recursos propios de la ciencia; mientras eso ocurre, seremos testigos de la batalla que tendrá que librar esta mujer para sobreponerse a los estigmas que la han marcado toda su vida, enfrentando sus fantasmas y redefiniendo su propia existencia.

¿Cuáles fueron los motivos que tuvo Guillermo Cordero para presentar esta obra?
Esta obra, del dramaturgo Franklin Domínguez, es sin lugar a dudas el monólogo femenino más representativo del teatro dominicano. Fue escrito en 1957, y es un reflejo de su tiempo, pues los sentimientos de angustia y desesperación de su único personaje, Noemí, el cual interpreto, son los mismos que desencadenaron en los dominicanos la crisis que condujo a la Revolución de Abril, episodio de nuestra historia, al cual el autor hace puntuales referencias, situando en ese momento importantes episodios de la acción dramática. Algo a tomar en cuenta por los espectadores, pues esas referencias crean una analogía entre el personaje y la sociedad de aquella época, reprimida por la Policía, cercada por los prejuicios morales y religiosos, invadida en su privacidad y coartada al momento de tomar sus propias determinaciones.

¿Qué mensaje dejará al público esta producción?
El último instante es, sin duda, el monograma hispanoamericano más traducido y representado internacionalmente. México, África, Estados Unidos, Colombia, Guatemala, Perú, Ecuador y China, son solo algunos de los escenarios en donde ha sido presentada esta obra de Franklin Domínguez.

¿Cuál es el aporte al teatro dominicano?
Esta obra aporta al teatro dominicano, primero: una técnica nueva, fuera de la tradicional entre nosotros, comenzada a poner en práctica por Franklin Domínguez en El vuelo de la paloma (1952) y que se afirmó más en Extraño juicio (1955), consistente en el aprovechamiento de todos los avances, tanto de orden mecánico como plástico, logrando de tal suerte mayor libertad para la imaginación, mayor unidad de acción y mejor forma de transmitir la magia teatral. Y, segundo, el desarrollo de un personaje, de una psicología propia del teatro y la literatura de nuestros días. Esta es una de las más representativas de Domínguez. El joven autor nos muestra un solo personaje presa del sentimiento generalizado en la literatura de nuestro siglo: la soledad que no halla respuesta dentro de los límites de la existencia humana.

¿Los monólogos están o no avanzando?
Sin artificios ni ayudas exteriores, el monólogo avanza por sí mismo con creciente intensidad y nos hace recordar los grandes modelos (Pirandello, O’Neill), sin enajenar la originalidad del autor, que radica en un sentimiento de invalidez del personaje, de angustia metafísica ante los hechos que han deformado su existencia.

¿A quién le debemos el montaje de esta obra?
El montaje es posible gracias al patrocinio del Banco Popular, la Universal de Seguros, Orange Dominicana, Mercasid, Sociedad Industrial Dominicana; Induveca; Listín Diario, Galería 360, Pinturas Tropical y Colorin. Hemos integrado a un equipo de profesionales para que el público reciba un montaje que satisfaga sus expectativas. El diseño de luces es de Bienvenido Miranda, la escenografía es de Yeimy Dáz y Carlos Ortega, y el concepto de Guillermo Cordero. El vestuario es de Renata Cruz, el diseño gráfico de Eunice Pereyra y las fotografías de Karoline Becker. El precio de las boletas es de RD$800 por persona y están a la venta en la boletería del Teatro Nacional y en el Club de Lectores del Listín Diario. Las funciones son de viernes a sábado a las 8:30 p.m. y la de los domingos a las 6:30 p.m.

Consideración
Puedes actuar bien y no tener escuela, pero la escuela no necesariamente te hace actuar bien. Tienes que tener talento, como en todo”.

Función
Esta obra es sin duda el monograma hispanoamericano más traducido y representado internacionalmente”.

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