Ángel Haché: “Pocas cosas se pueden ver en el actual cine dominicano”

La afición por el dibujo en Ángel Haché comenzó desde muy temprana edad.

La afición por el dibujo en Ángel Haché comenzó desde muy temprana edad. Cuando abría el libro de catecismo y veía una imagen  religiosa, si la clase de ese momento no le gustaba, tomaba su cuaderno y se ponía a dibujar.

Asimismo  hacía retratos de sus compañeros de estudios y familiares. Su también afición por el teatro era inmensa: a las tablas llega cuando cursaba el segundo del bachillerato, momento en que se crea el grupo de teatro Tirso de Molina, en honor a éste. Haché no olvida la primera obra que participó, titulada “La Mordaza”. Recuerda que por su gran destreza y buena memoria trabajó en todas las obras que montó el grupo durante años. Ante la cantidad de películas que se están produciendo en el país, Haché afirma que “del cine que hemos hecho hasta ahora muy pocas cosas se pueden salvar. “Yo tenía mis esperanzas puestas en el filme “Al sur de la inocencia”, y es un desastre. Primero los guiones, es que aquí todos los dominicanos creen que pueden hacer cine sin haberse formado, y no es cuestión de durar dos o tres meses haciendo tallercitos, hay que fajarse a estudiar, y el guión es lo principal. Con éste hay que trabajar por lo menos uno o dos años para lograr uno bueno, que es la  zapata. Aquí, en dos semanas te escriben uno. De igual forma, los directores no están capacitados”, apunta.

1. Mi niñez
Yo soy de origen libanés, tanto por parte de mi padre como de mi madre, nací en San Pedro de Macorís el dos de octubre del 1943, de ahí viene mi nombre porque ese día se celebra el día del Ángel de la Guarda, de niño era muy tímido y extremadamente delgado. Duré hasta los siete años en esta ciudad porque, luego, el comercio cayó y tuvimos que venir a vivir a la capital.

2. Mis padres
Mi papá, Jorge Abraham Haché, vino a la edad de 20 años al país, se ubicó en la Sultana del Este, se dedicó al comercio de venta de tejidos y telas, era una persona muy correcta, recta, muy puntual, yo diría que padecía cierto trastorno de bipolaridad, mis dos hermanos y yo nos criamos con mucho temor hacia él, que nos marcó. De él aprendí el sentido de la puntualidad, además, aprendí a ser honesto, y mi mamá, Ana Teresa Kourie, doña Teté, era una mujer muy dulce, cariñosa y muy hermosa, ella ayudaba a mi papá en la tienda, y luego llegaba a la casa a cocinar comida árabe, la preparaba maravillosamente bien.  

3. Llegada a la capital
Nos mudamos para la casa de los abuelos paternos cerca del cine Santomé, en la Ciudad Colonial, mi hermano ya vivía aquí y estudiaba en el colegio La Salle y entonces yo también quería estar en ese colegio, mi madre me llevó y el director me puso a leer, y yo me puse nervioso y no pude hacer nada, él le dijo a mi madre que no podía aceptarme porque yo iba para el segundo grado y no sabía leer, entonces mi madre me inscribió en el colegio Santa Teresita que estaba en la calle José Reyes, donde hice hasta el tercer grado, cuando pasé al cuarto curso yo insistía que quería estar en La Salle y ahí si me aceptaron, yo era el que tenía las mejores notas de mi grupo, estuve en La Salle hasta graduarme de bachiller en ciencias físicas y matemáticas.

4. La universidad
Aunque tuviera la afición por la pintura, el teatro y la poesía que también empecé a escribir en el bachillerato, yo sé que mis padres no me hubieran aceptado que yo estudiara en la escuela de Bellas Artes o en la escuela de Arte Escénico, entonces yo pensé estudiar arquitectura y así lo hice, me matriculé en la Universidad  de Santo Domingo, fueron tiempos muy difíciles eran los tiempos de Trujillo, después de cursar trece años, decido dejar la universidad, era el año 65, para dedicarme a la pintura y el teatro, pero sin decírselo a mis padres. Las notas más altas de mi curso las tenía yo, porque aunque no me gustaba la carrera yo era muy bueno en matemática, cálculo y analítica. Entonces el Departamento de Estado Americano había ofrecido ocho becas para que los mejores estudiantes fueran y estuvieran en las principales ciudades de los Estados Unidos viendo todos los edificios e infraestructura de todos los arquitectos norteamericanos, fui elegido a participar en este viaje, fue un viaje maravilloso, yo con mi propio esfuerzo no lo hubiera hecho nunca.

5. Las Máscaras
En septiembre de 1965 un grupo de amigos y yo formamos el grupo cultural Las Máscaras, entre ellos estaban Freddy Ginebra, Marosa Mayorga, Aquiles Azar y un sinnúmero de personas. Un grupo cultural que abarcaba todas las áreas: la pintura, la literatura, el teatro, cine y la música. Se formó el grupo y hacíamos obras teatrales con muy buena acogida, también se organizaba muestra de aficionados. Yo participé en la primera donde obtuve un cuarto premio, ahí fue que conocí a mi esposa Elsa, porque el jurado estaba compuesto por Elsa Núñez, Cándido Bidó y por Leopoldo Pérez (Lepe).

6. Mi gran amor
Después de esa distinción empecé a interesarme por Elsa, empezamos a salir, nos llamábamos e íbamos al cine, le escribí un poema, yo era muy tímido y esa era una forma de declarármele, llega la época de irme a España siempre nos comunicábamos a través de cartas y a los tres años de yo estar allá, ella llegó e hizo unos cursos especiales en la Academia de San Fernando. Elsa ha sido mi complemento perfecto y me ha ayudado mucho, ella me llena por completo, aunque no tuvimos la suerte de tener hijos hemos mantenido un matrimonio por más de 45 años. Siempre he admirado el talento extraordinario que tiene como pintora, como mujer, como esposa, la admiro en todos los sentidos.

7. Regreso al país
Unos amigos dominicanos que vivían allá me dijeron ´mira ahora, en agosto, era el año 73 van a inaugurar el Teatro Nacional y ya tú tienes muchos años aquí ¿porque no te vas a tu país y das a conocer todos tus conocimientos?´, en España me iba muy bien, entonces regresamos al país y lo primero que hicimos fue conseguir una cita con Carlos Piantini, que fue el primer director del teatro, para saber qué proyectos de teatro tenían y me contesto `de teatro nosotros no tenemos ningún proyecto, esa sala grande la tenemos ahí para quien la quiera alquilar pero nosotros no vamos a ser compañía de teatro ni dada por el estilo´. Ante esta respuesta ustedes saben que a mí se me cayó el mundo encima, yo dejé lo que hasta este momento ha sido el mejor logro que he tenido en mi carrera.

8. Deseo
Me casé con Elsa el 23 de diciembre del 73 y le dije voy a buscar una casa en la Zona Colonial para acostumbrar a los dominicanos que vayan todos los días de la semana al teatro al igual que en Madrid, Buenos Aires, Montevideo y Cartagena donde existe una gran tradición por este, aquí no existe una tradición de teatro y como carnaza por eso es que el cine está así, para que vaya público por ejemplo Robertico coge una comedia y le da una publicidad extraordinaria, una comedia muy mala que él mismo escribe y con la carnaza de actores, comediantes y gente que salen en la televisión, muchos sin ninguna preparación académica de teatro y así poder él tener en la sala grande 15 o 16 funciones a casa llena, y eso está pasando también en el cine. 

9. Casa de Teatro
Entonces un amigo de Elsa y mío nos avisó que en la Arzobispo Meriño número 110 se iba a mudar la familia que allí vivía y que como nosotros andábamos buscando casa, que fuéramos a ver si nos gustaba, fuimos y nos gustó la casa, se lo comunico a Rafael Villalona, que también está de acuerdo, pero ninguno de los dos teníamos ni un chele, ni tampoco teníamos referencia para pedir un préstamo, eran 23 mil pesos, le digo que voy a buscar a Freddy Ginebra, como él trabaja en bancos y publicitarias, él hizo el préstamo para comprar Casa de Teatro, pero la idea de Casa de Teatro no es de él, es mía, no sé por qué él siempre ha tratado de ocultarlo, y yo lo que quería hacer de ese centro, era un centro de teatro exclusivamente.

10. Arrepentido
Yo abandoné en España lo que jamás he podido hacer aquí, para mi ha sido muy difícil. De esto estoy arrepentido porque hacer buen teatro en este país es  difícil, hacer teatro aquí es una odisea, estar cuatro meses ensayando, por lo menos los que queremos hacer es un teatro de calidad, la gente cree que el teatro está  bien pero aquí no se puede vivir de las funciones del teatro, uno tiene que hacer muchas cosas para sobrevivir y para que te den un apoyo de dinero para montar una obra, las compañías te la ponen en china, eso es una odisea, tampoco al gobierno no le ha interesado ayudar al teatro.

Estudié cine en la Madre Patria

Tenía como cuatro meses que había dejado la universidad, pero hacía creer en mi casa que sí estaba yendo. Un día les dije a mis padres la verdad, que yo no quería seguir los estudios, se pusieron como el diablo, porque no entendían cómo yo quien tenía las mejores notas, iba a abandonar los estudios, pero a la vez ya yo me iba presentando en teatro y en pintura, llegaban a los oídos de mi padre los elogios de mis trabajos y en el año 67 mi propio padre me dice «escoge un país para que te vayas a estudiar pintura”. Yo por el idioma elegí a España. Viajé a España, a la famosa Academia de San Fernando, cuando llego le pregunto que cuántos años dura la carrera, me dijeron que cinco años, yo le tenía mucho miedo a quedarme tanto tiempo solo, le pregunto que si tenían otras opciones me dijeron que tenían un curso libre, que me inscribiera si quería, así lo hice pero no me gustó para nada, pero escucho hablar de la escuela de Cine de Madrid, averiguo qué hay que hacer, me inscribo, eran cuatro exámenes y todos los pasé. Tuve la suerte que ese mismo año quien daba las clases de actuación era un español que tenía mala fama, entonces lo sustituyó un profesor estadounidense que había llegado a España porque este país estaba muy atrasado en cuanto a técnicas teatrales y él fue William Layton el que introdujo el método Stanislavsky.

Arrepentimiento
“Abandoné en España lo que jamás he podido hacer aquí, para mí ha sido muy difícil. De esto estoy completamente arrepentido.”

Afirmación
“La idea de crear Casa de Teatro fue mía, no de Freddy Ginebra, no sé por qué él siempre ha tratado de ocultarlo, yo quería que sea un centro de teatro exclusivo”.

Afirmación
“La idea de crear Casa de Teatro fue mía, no de Freddy Ginebra, no sé por qué él siempre ha tratado de ocultarlo, yo quería que sea un centro de teatro exclusivo”.

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