La recién remozada Plaza de la Bandera acoge los restos del “Soldado desconocido” que simboliza a todos los héroes que han ofrendado sus vidas de manera anónima en defensa de la Patria.
Los actos se iniciaron a las 10:00 de la mañana en la Parroquia Nuestra Señora de la Altagracia del Ministerio de las Fuerzas Armadas, donde se ofició una misa de exequias con la presencia de altos mandos de los cuerpos castrenses.
Cerca del mediodía, una guardia de honor presidida por el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, desfiló con los restos del soldado que fue sepultado en la cripta construida en la plazoleta de la avenida Gregorio Luperón.
En el ceremonial participaron los jefes de la Policía Nacional y del Ministerio de las Fuerzas Armadas, mayor general José Armando Polanco Gómez y teniente general Joaquín Virgilio Pérez Feliz, respectivamente.
Después de entonar las notas del Himno Nacional, el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias (CPEP) Juan Daniel Balcácer, pronunció un emotivo discurso en el que afirmó que el monumento servirá para que las presentes y futuras generaciones rindan honor a todos los que lucharon por preservar el legado de los padres fundadores de la República.
“A partir de hoy el pueblo dominicano, tiene y tendrá en este mausoleo de inestimable significación patriótica un nuevo lugar de peregrinaje patriótico para honrar de manera permanente la memoria de todos aquellos mártires y héroes, soldados desconocidos que perdieron sus vidas en tiempo de guerra luchando por defender el sistema democrático, las libertades públicas y la independencia nacional”.
A seguidas, el general de Brigada Rafael Pérez y Pérez, director general de Historia Militar del Ejército Nacional leyó el panegírico en el que resaltó que con el monumento se abre una página de justicia y recordación permanente a los grandes defensores de las libertades públicas.
El soldado sin identificar fue hallado en los campos de Moca, y sepultado con tierra de los cuatro puntos cardinales para simbolizar la integración de todo el país.
De ahora en adelante una llama votiva arderá de forma permanente en el nuevo mausoleo
Un militar se desmayó
Mientras la guardia de honor rendía solemne reverencia a los restos del “soldado desconocido” en la Plaza de la Bandera, un militar del regimiento se desmayó y tuvo que ser sacado del lugar. “Comando, usted no tiene una menta”, se le oyó decir a alguien para dársela al joven oficial. El pasado lunes otro militar sufrió un desmayo durante el desfile por el aniversario de la batalla del 19 de marzo en Azua.
