La leocracia dominicana

El pasado jueves 22 de diciembre, quedó finalmente completada la arquitectura de la leocracia dominicana, cuando el Consejo Nacional de la Magistratura…

El pasado jueves 22 de diciembre, quedó finalmente completada la arquitectura de la leocracia dominicana, cuando el Consejo Nacional de la Magistratura seleccionó a los 13 jueces del Tribunal Constitucional y los 17 de la Suprema Corte de Justicia. Dos días antes, habían escogido a los cinco del Tribunal Superior Electoral.

Veamos cómo ha quedado estructurado el tablero del poder del Estado en el país luego de las últimas selecciones.

El PLD y Leonel Fernández controlan el Senado de la República. De 32 senadores, tienen 31. Controlan la Cámara de Diputados. De 183 diputados, 99 ó 54% son de ellos.

Controlan también el Tribunal Constitucional. Si tomamos los nombramientos de políticos en ese tribunal y la inclinación política de los jueces de carrera, para lo cual consultamos a conocedores del ámbito político-judicial, se tiene que el PLD y el presidente Fernández tienen 10 de los 13 jueces del TribunalConstitucional.

Lo mismo sucede con la nueva Suprema Corte de Justicia. De los 17 jueces de la SCJ, 11 son peledeístas o son jueces de carrera con inclinación peledeísta-leonelista. No es por casualidad que Eglis Esmurdoc, Ana Rosa Bergés y Julio Aníbal Suárez, los tres jueces de la anterior SCJ que votaron en contra de los deseos de Leonel Fernández en el escandaloso caso de los US$130 millones de la SunLand, fueron dejados fuera de la SCJ.

Con la elección de la nueva Suprema, el control del presidente Fernández en el Consejo Nacional de Magistratura aumenta. Antes, el Presidente y el PLD tenían cinco de nueve votos posibles; ahora tienen seis. Al sustituir al juez presidente Jorge Subero y colocar en su lugar al Dr. Mariano Germán, el presidente Fernández intensificó su control. Es probable, que cuando se elija al miembro adicional de la SCJ que ingresaría al Consejo Nacional de la Magistratura, se escoja a un juez peledeísta o propeledeísta leonelista.

De esa manera, en caso de que el PRD asuma la Presidencia de la República en el 2012, el PLD quedaría con 4 votos, el PRD con 4 (el del Presidente de la República vale 2 en situaciones de empate), y el PRSC con uno, su senador que ganó en la boleta del PLD.

El Poder Electoral está controlado totalmente por el PLD y el presidente Fernández. En la Junta Central Electoral tienen 3 de los 5 jueces, incluyendo al poderoso presidente de ese organismo. Lo mismo ocurre en el Tribunal Superior Electoral: de 5 jueces, el PLD-LF tiene 3.

En la Cámara de Cuentas, el control peledeísta-leonelista es absoluto. De 5 miembros, el PLD-LF controla 4, el 80%.

Y para rematar, una jugada maestra de carambola. Al meter al fiscal del Distrito Nacional en la nueva SCJ, Fernández dejó caer su influencia para que el Consejo Superior del Ministerio Público seleccionara a su pupila Yeni Berenice como fiscal para el período 2012-2016, quién no podrá ser destituida por el próximo Presidente de la República. Con ese toque, Leonel Fernández inhabilitaría, cuando le convenga, uno de los estamentos con capacidad para poner en movimiento la acción pública. ¿Hará Fernández lo mismo en otros organismos con capacidades similares, antes de entregar el Poder Ejecutivo el 16 de agosto del 2012?

Como vemos, de una democracia representativa hemos pasado a una “democracia” de partido único. Todos los poderes del Estado, incluyendo el Poder Ejecutivo, están controlados por un solo partido, el PLD. Y ese partido, a su vez, lo controla un solo hombre, su jefe, el presidente Leonel Fernández. ¿Cómo se llegó a esta leocracia? Con el uso más abusivo de los recursos del presupuesto nacional para influir en los procesos electorales y comprar la prensa y la opinión pública que se registra en nuestra historia. Antes, para tomar el control de los poderes del Estado, se daban golpes apoyados con las armas. Leonel Fernández ha mostrado que existen vías menos traumáticas, mejor simuladas, aunque igual de perversas, para alcanzar el objetivo: golpes apoyados con los recursos del Presupuesto. Fue así como se llegó al control mayoritario del Congreso que le permitió adueñarse del Poder Electoral, la Cámara de Cuentas y ahora el Poder Judicial completo.

Pocos dominicanos inician el 2012 más felices que el presidente Fernández. Desde Trujillo nadie había acumulado tanto poder en el país. Hoy tenemos un nuevo jefe. El hecho de que Leonel Fernández haya construido esta leocracia, revela dos cosas. Primero, que está convencido que Hipólito Mejía ganará las próximas elecciones. Y segundo, que desea trabajar en paz y tranquilidad desde su Fundación, para regresar en el 2016 y avanzar en su sueño de ser nuestro jefe hasta que él lo decida.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas