Listos para trabajar

El problema del empleo en nuestro país es el de todos los países en vías de desarrollo. Jóvenes que no encuentran donde colocarse, unos migran a otros países, otros buscan soluciones en la informalidad y otros desgraciadamente caen en las redes&#8230

El problema del empleo en nuestro país es el de todos los países en vías de desarrollo. Jóvenes que no encuentran donde colocarse, unos migran a otros países, otros buscan soluciones en la informalidad y otros desgraciadamente caen en las redes de maleantes frente a la desesperación de no contar como mantenerse ellos o a sus familias.

El caso es aún mucho más grave en personas con discapacidad, que siempre he mantenido que son personas con habilidades especiales, porque sostengo que discapacitados somos todos, ya que nadie es perfecto, somos hijos de Dios cada cual con sus debilidades y sus talentos.

La Embajada Británica, junto a la Asociación Dominicana de Rehabilitación, ha iniciado un programa de sensibilizar a la clase empleadora para que dentro de su plantilla puedan encontrar colocación personas con habilidades especiales.
Este programa se ha iniciado en Dajabón, Barahona, El Seibo, Bonao y Santo Domingo, bajo el lema “Listos Para Trabajar”.

Hasta el momento se han celebrado reuniones con empresarios y con las diferentes directivas regionales de la Asociación Dominicana de Rehabilitación con mucho éxito en Dajabón, el Seibo y Barahona. Tanto las autoridades, medios de comunicaciones locales, los empresarios, han captado el mensaje de que pueden emplear personas ávidas de trabajar, con talentos especiales, con mucho entusiasmo pero que la contratación debe hacerse en base a valoración de competencias y desempeño de cada cual.

La Red Iberoamericana de Entidades de Personas con Discapacidad (talentos especiales) reconocen el trabajo como uno de los pilares principales para el desarrollo humano. Entienden que las personas con limitaciones enfrentan mayores obstáculos para conseguir un empleo, por muchos de ellos tener un nivel de educación muy bajo, las dificultades de acceso en las áreas de trabajo, dificultades de transporte y los prejuicios acerca de la discapacidad.

En nuestro país, de acuerdo al último censo de población y familia, se estima que el 12.3% del total de los dominicanos tiene algún tipo de limitación, es decir, un millón ciento sesenta mil ochocientos cuarenta y siete personas (1,160,847).

Dada esta situación aúnan esfuerzos Rehabilitación y la RED, que está constituida con cuatro oficinas técnicas que se coordinan y que las mismas están en Perú, El Salvador, Ecuador y República Dominicana, que en nuestro caso la conforman el Círculo de Mujeres con Discapacidad (CIMUDIS), la Asociación de Personas con Discapacidad Físico-Motora (ASODIFIMO) y la Federación Nacional de Discapacitados Dominicanos.

La función de la RED es promover la integración laboral, desarrollo institucional, la educación, salud, rehabilitación y vida independiente de las personas rehabilitadas.

La Embajada Británica con este aporte tan importante busca “promover el derecho de personas jóvenes con discapacidad para trabajar en condiciones de igualdad”.

Es interesante oír historias de superación como la de Alina Rodríguez y la de Petronila Cuello, que han logrado superar sus limitaciones y convertirse en posibles candidatos del proyecto de generación de empleos en sus comunidades.

Como empresario nunca he creído que los empleos se obtienen por lástima, ni de personas con aptitudes especiales ni las que entienden no tenerlas. Es usual oír y recuerdo una joven que me solicitaba empleo y me decía que “usted no sabe lo que paso”. Recuerdo haber respondido que nadie tiene idea de las dificultades del otro y que esa no era la forma de buscar trabajo, aún cuando entendía su desesperación.

Por igual, el que pretenda buscar empleo por lástima puede tener la seguridad que su empleo será efímero. La responsabilidad, el entusiasmo y demostrar capacidad es fundamental para un empleo de calidad.

A los empresarios sin duda hay que facilitar accesos, ya que una persona en silla de ruedas puede ser muy útil en un trabajo que amerite estar sentado, pero será necesario proveer rampas, puertas más anchas y facilidades en los baños.

La ley establece que los empresarios privados debemos tener en nuestra plantilla de colaboradores un 2% de personas con talento especial y el gobierno el 5%. Nunca he creído en cuotas; hay siempre que demostrar actitudes positivas, cumplir con los perfiles y una valoración apropiada de la capacidad para el empleo que se quiere acceder.

Seamos todos partes de la RED, del apoyo de la Embajada Británica y de Rehabilitación para demostrar que no hay limitaciones que impidan tener éxito. Soy un creyente de que es posible y que no hay peor limitación que la que se impone uno mismo. En Dajabón, el padre Guillermo Perdomo decía “discapacidad no es incapacidad”, demostremos todos que ¡Sí se puede!

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