Santiago.Trece familias damnificadas de un fuego en La Otra Banda, tuvieron que esperar ocho días para recibir los primeros ajuares, aunque aún siguen a la espera de que alguna autoridad asuma la construcción de sus casas.
Una gran parte de estas familias sigue viviendo en hogares de amigos, vecinos o de parientes y algunos, dicen, tuvieron que pasar la embestida de la tormenta Irene a la intemperie.
Los desplazados de la tragedia recibieron ayer colchones, estufas, tanques de gas y otros ajuares de parte del gobernador provincial Raúl Martínez y de la encargada del Plan Social de la Presidencia, Josefina de Báez.
Los propietarios de las viviendas reducidas a cenizas son Juan Antonio Batista, Carlos José Martínez, Alejandro Gómez, Ramón Antonio Ceballos, Dagoberto Cabrera, Félix Colón, Nicolás Rodríguez y Juana Colón. Aunque solo eran trece las familias afectadas, en la fila para entregarles las ayudas aparecieron otras ajenas a la tragedia.
Altagracia Cabrera lleva ya ocho días refugiada junto a sus nietos y algunos de sus hijos en la casa de su nuera, Denni Arecena y, aunque agradece la ayuda que le acaba de entregar el Gobierno, dice que lo más importante en esta situación es contar con un hogar propio o alquilado.
El gobernador Raúl Martínez volvió a reiterar el llamado para que sean las autoridades municipales quienes impidan los asentamientos en zonas vulnerables.
