Lluvia inocua, lluvia buena

El dicho de que la lluvia paga sus daños es aplicable y comprensible cuando se trata de su incidencia en la agropecuaria. No es lo mismo, sin embargo, decir que no se han producido daños en cultivos y plantaciones. Porque si en otras áreas, como…

El dicho de que la lluvia paga sus daños es aplicable y comprensible cuando se trata de su incidencia en la agropecuaria. No es lo mismo, sin embargo, decir que no se han producido daños en cultivos y plantaciones. Porque si en otras áreas, como carreteras, caminos y puentes, hay daños aunque los daños los pague el fisco, resulta extraño que cultivos susceptibles de ser afectados, localizados en zonas donde ha llovido a cántaro, resulten ilesos, sin ni siquiera un racimito de rulo o plátano caído. ¡Qué suerte tiene el ministro de Agricultura, Ángel Estévez, que la lluvia no daña su fiesta! Pero que se cuide porque sí puede dañarle el fiestón, si luego hay que indemnizar algunos productores.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas