ATLANTA. Copiosas lluvias de los restos de la tormenta tropical Lee se desplazaron ayer hacia los estados de la cadena montañosa de los Apalaches, extendiendo la amenaza de inundaciones hasta Nueva Inglaterra tras empapar el sur del país, ocasionando tornados y privando de electricidad a miles de personas, además de arrastrar la corriente a varias personas.
Por lo menos cuatro personas murieron a causa del viento y la lluvia. Se esperaba más lluvia en partes de Tenesí, que recibió ya descargas pluviométricas récord la víspera. Se emitieron avisos de tornados para la mayor parte de Carolina del Norte y del Sur y se pronosticaron inundaciones en el tramo superior del río Potomac y algunos de sus tributarios en Virginia Occidental y el oeste de Maryland.
Avisos de inundaciones fueron cursados para el norte de Alabama y Tenesí, Virginia Occidental y la parte norte del Estado de Nueva York, empapadas ya por los chubascos de Irene. Es posible que las copiosas lluvias se extiendan por el centro de los Apalaches, dijo el Centro de Predicciones Hidrometeorológicas del servicio Nacional del Clima.
En Georgia, los mandos de Fort Stewart dijeron que un rayo envió ayer a unos 22 soldados al hospital, y por lo menos tres de ellos fueron ingresados para pasar la noche.
Lee causó además un intenso oleaje que envió alquitrán y otros derivados del crudo a las playas de Alabama. Las bolas de alquitrán encontradas hasta ahora eran pequeñas, indicó el alcalde de Orange Beach Tony Kennon.
