Loki 7: El perro de la Siberia

¿Qué tan difícil es entender lo que origina realmente la producción de este filme tan anodino? Francamente no he encontrado una respuesta razonable, especialmente porque el director es un virtuoso del audiovisual y entrega una excelente factura…

¿Qué tan difícil es entender lo que origina realmente la producción de este filme tan anodino? Francamente no he encontrado una respuesta razonable, especialmente porque el director es un virtuoso del audiovisual y entrega una excelente factura que envuelve un regalo insípido. Y eso, que hay que tomar en cuenta que tanto el guionista y el director, así como en su gran mayoría los productores de La Gunguna, son los mismos de éste, con más dinero y apoyo. No se explica para qué tantos recursos materiales y profesionales puestos en una película que no posee lo elemental, como es una línea narrativa coherente, y en su lugar es apenas una anécdota. Más bien es narrativa fastidiosa. Es difuso como propuesta y en su realización es un martirio a medidas que avanza, muy a pesar de que tiene momentos de buena onda en el inicio. En ese contexto, las interpretaciones son un manojo de caricaturas y parodias debido a que los diálogos son pesados en la caracterización y torpes en el desempeño, aún más por ser una historia inverosímil y fuera de tiempo, así como por el contexto escénico, que lo hacen mucho más absurdo. Repetitivamente, con elipsis incluidas, con fórmulas del tipo “deux ex machina”, el guión procura insistentemente infantilizar la aventura de 7 hombres en búsqueda de dinero fácil mediante apuestas, fraudes, estafas y juegos de azar, donde a Álvaro Romero, interpretado por Isaac Saviñón, todo le sale mal. Van creciendo en nuestra cabeza la pregunta de si se trata de una tomadura de pelo, ante las emblemáticas escenas tras escenas que van desarrollándose en el intuito de crear una supuesta dramaticidad. Por más que identifiquemos problemas de guión, que hasta son muy comunes en grandes producciones estadunidenses, lo que realmente sorprende es la poca relevancia de la primicia y la insustancial inspiración. El principal de esos problemas es una (inexistente) narrativa que sondee cualidades expresivas de personajes. El otro problema es su elevado índice de previsibilidad. También tenemos situaciones estereotipadas marcadas con personajes caricatos, donde ni el talento más elocuente puede surgir con destellos de originalidad, como es el caso del personaje El Moncho, interpretado por Manny Pérez. Pues bien, es de esos filmes artificiales, creados únicamente para generar negocios.

HH Dirección: Ernesto Alemany. Guión: Isaac Saviñón, Miguel Yarull. Duración: 1 10 minutos.

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