Longevidad y falta de apoyo afectan cacao

Comedero Abajo. El cacao, principal fuente económica de esta comunidad, la localidad de Caballero y el distrito municipal Hernando Alonzo no está en su mejor momento.

Comedero Abajo. El cacao, principal fuente económica de esta comunidad, la localidad de Caballero y el distrito municipal Hernando Alonzo no está en su mejor momento.

Desde hace dos años los efectos de la sequía, combinados con la antigüedad de las plantaciones han mermado la producción entre un 20 y un 25%, y han hecho sentir esa baja de manera directa en las finanzas y la calidad de vida de los hogares de los cacaocultores. En estos tres sectores “la gente come principalmente del cacao que produce”, según testimonios de personas involucradas en la actividad.

“Tenemos una producción muy desordenada y la mayoría de las plantas tienen entre 70 y cien años”, sostiene Jesús María Mosquea, gerente de Conacado Agroindustrial o  Gerencia Regional 7, de la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos. Conacado tiene nueve gerencias, dos ellas están inactivas.

Los productores de Hernando Alonso, Caballero y Comedero tienen claro que el Estado debe normalizar todas las políticas de producción a través del Ministerio de Agricultura. Sin embargo, sus testimonios indican que en los últimos años no ha sido así.

“No tenemos ningún tipo de asesoría estatal, a pesar de que los pequeños productores la necesitan, pues apenas el 20% de ellos puede acceder a la privada. Técnicamente se establece que una planta de cacao después de 30 o 35 años comienza a mermar su producción. Las que tenemos en esta zona rondan los cien años”, expone el agrónomo Ovi José Sánchez, en conversación con El Caribe, mientras muestra uno de los secaderos de la Regional 7 de Conacado.

De manera conjunta, entre Comedero, Hernando Alonso y Caballero, pertenecientes a la provincia Sánchez Ramírez, tienen una población de unos 13,000 habitantes. Allí hasta los más pequeños conocen bien una mazorca de cacao. Otro problema que padecen los cacaocultores es la dificultad para acceder a sus predios y sacar el producto recolectado, debido a la mala condición de los caminos.

De los productores de la zona aproximadamente un 30% está agrupado en la Regional 7. El rendimiento logrado por estos este año es de entre 40 y 45 libras por tarea de cacao. El año cacaotalero inicia en octubre y concluye el 30 de septiembre del siguiente año.

La Regional 7 (antiguo Bloque 7, de Conacado) está formada desde el año 1993. De manera global en ese lapso la organización ha comercializado unos 540 mil quintales de cacao, a razón de 30,000 quintales promedio por año.  El costo de producción por tarea de cacao ronda los RD$1,200 y RD$1,500.

Miguel Mendoza, presidente de Conacado, tiene 200 tareas de cacao (fuera de la provincia Sánchez Ramírez). Sostiene que para un productor que posea menos de 50 tareas -como ocurre con muchos en las citadas comunidades- la actividad no es rentable. Según su experiencia, se requiere por encima de 150 tareas, bien manejadas, para vivir del cacao.

El tema del financiamiento visto desde dos ángulos

Conacado Agroindustrial, sucursal número 7, tiene 920 socios.  Esa organización demanda mayor atención, para la producción y para los servicios comunitarios en los lugares donde residen esos productores. Los cacaocultores de la gerencia 7 se quejan de que no tienen acceso a recursos por parte de la banca para sus cultivos.

Sin embargo, el administrador del Banco Agrícola, Paíno Abreu Collado, informó ayer a El Caribe que ese organismo ha dispuesto una cartera de RD$91 millones para mantenimiento y producción de cacao, en sentido general en el país. Abreu Collado aclaró que debido a la limitación de recursos, el banco ha debido dar prioridad a los rubros de ciclo corto y colocar en otro plano los de largo alcance, “para garantizar la seguridad alimentaria en la actual coyuntura de crisis global”.

Los efectos que ha dejado la naturaleza

Las plantaciones de cacao de Comedero, Caballero y Hernando Alonso han sido azotadas varias veces por ciclones que han creado desorden en las plantaciones y  una baja en la productividad, según Jesús María Mosquea. A pesar de esas adversidades hay unas 65,000 tareas cultivadas,  “y capacidad y voluntad para crecer significativamente, si se integran otras tierras”, observa María Mosquea.

De hecho, los productores exportan a distintos mercados del exterior. Un elemento adverso para la cacaocultura es que –igual como ocurre con otras actividades agrícolas- no se está produciendo el cambio generacional requerido, o se ha dado lento. Se atribuye en parte a la falta de atractivo para los jóvenes.

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