Luego de siete años fuera del plató, los hermanos Bencosme toman las riendas cinematográficas apostando esta vez a un drama de ficción, Lascivia.En un rueda de prensa realizada en el salón La Mancha del hotel Lina, Frank y Rogert Bencosme contaron los detalles de su nueva propuesta y de su regreso al cine. “Estaba con mis hijos en un restaurante y me dieron una galleta de la suerte y cuando la destapo y veo que dice: ¡Un barco en el puerto está seguro! Entonces me dije a mí mismo: yo tengo que hacer cine otra vez. Y es cuando le pido a mi hermano, Rogert, que volvamos ha hacer cine, a lo que me respondió: con una condición, que no sea una, que sean varias”, narró.
Y es así como se han embarcado en el nuevo filme, que cuenta con las actuaciones de Nikauly de la Mota (quien tiene el papel principal), Elvira Grullón, Johanny Sosa y Ubaldo Sandoval (el taxista y el brujo de Andrea), entre otros actores que exponen sus talentos en esta historia de intriga, hecho y lujuria.
Los creadores de la primera película dominicana de suspenso y misterio Andrea para esta ocasión regresan con una propuesta totalmente diferente, donde plasman las vivencias reales ocurridas en Moca (provincia Espaillat).
Para Nikauly, quien se estrena por primera vez en la pantalla grande, esta será la oportunidad para mostrar su diversificación en otras áreas.
“Una de las oportunidades que me va a dar Lascivia es que me deja abierto el hecho de que yo puedo ser una figura de los medios del entretenimiento y con permiso del público de diversificarme, porque entiendo que lo hicimos bien”, expresó emocionada Nikauly, en la rueda de prensa.
La película es un drama ligero que se expone en paisajes rurales nunca antes exhibidos en los cines criollos, y estará en cartelera en el país a partir del jueves 14 de julio.
Entre 15 y 20 millones se invirtieron en el filme
Los hermanos Bencosmes afirmaron que han asegurado la coherencia didáctica en la propuesta visual de la historia, además del manejo de los efectos especiales, necesario para este tipo de trama. Rogert indicó que para la realización del filme se invirtieron entre 15 y 20 millones de pesos. Una suma considerable si se toma en cuenta la media en otras cintas criollas.
