Los cómicos

Con frecuencia vemos a gente en el Gobierno, funcionarios de los más altos, planteando cómo deben ser las cosas, predicando en materias que son de su dominio, de su exclusiva responsabilidad. Incluso, llegan a hablar con cierto dejo crítico, acerca de propuestas muy específicas para mejorar, y peor aún,  atribuyen a la escasa asignación de recursos el hecho de que no hayan podido alcanzar las metas. Es lo que se llama desfachatez, porque muchos de esos funcionarios llevan hasta casi ocho años en sus puestos, y en algunos casos, se tiraron los cuatro del 1996 al 2000, y siguen hablando peplas. Con razón muchas personas piensan que están poniéndose donde Danilo los vea, buscándoselas como toros. Son verdaderos cómicos.