Los delincuentes azotan San Isidro

En San Isidro, donde quien no es militar es, por lo menos, familia de militar, los delincuentes son un azote. Y no respetan rangos ni horarios. Lo mismo atracan un estudiante a plena luz del día, o asaltan, pistola en mano, a un general retirado para qui

En San Isidro, donde quien no es militar es, por lo menos, familia de militar, los delincuentes son un azote. Y no respetan rangos ni horarios. Lo mismo atracan un estudiante a plena luz del día, o asaltan, pistola en mano, a un general retirado para quitarle su anillo de graduación.

El sacerdote Luis Amaury José Vólquez, presidente del Consejo de Desarrollo de San Isidro (Codesa) y encargado de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, explica que la consternación de las víctimas se desborda porque, paradójicamente, los altos niveles de inseguridad se observan a pocos metros de la base principal de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), del centro de entrenamiento del Ejército Nacional y de la academia militar Batalla de las Carreras.

La cercanía de miles de soldados armados no basta para amedrentar al grupo de ladrones que se mueven en motocicletas como por tierra de nadie.

El término “tierra de nadie” lo lanza, sin titubeos, el dirigente comunitario Juan Aníbal Paulino, después de asegurar que la Policía no enfrenta los hechos delictivos por no chocar con los cientos de guardias que viven en El Bonito, San Isidro Arriba, Cristo Salvador, Estancia Nueva, Nuevo Paraíso y los demás sectores que conforman este paraje del distrito municipal San Luis.

“La gente vive insegura en todos los sectores de San Isidro. Esta semana una mujer me dijo que no puede ir a actividades de la iglesia que comiencen a las seis de la mañana, por miedo a que la atraquen”, cuenta el párroco, y reclama al Poder Ejecutivo el envío de una autoridad que termine con la incertidumbre de una tierra productora de reclutas y oficiales de las Fuerzas Armadas. 

A LA ESPERA
. Cristo Salvador es uno de esos subsectores en los que atracadores motorizados encañonan a estudiantes y militares sin ningún tipo de discriminación. Según Marcos Payano, miembro de la Junta de Vecinos, la delincuencia ha modificado los hábitos de las familias, temerosas de que los ladrones se lleven, además de sus cosas, sus vidas.

Payano espera que  la inseguridad de San Isidro comience a disminuir esta semana, ya que la Policía se comprometió a aumentar la vigilancia a partir de hoy.   El Caribe pudo comprobar que el destacamento asignado al paraje cuenta con una sola unidad de patrulla motorizada, que también tiene que atender los casos de San Luis y Los Prados de San Luis.

Ruidos sin control en los negocios

El párroco Luis Amaury José Vólquez, el presidente de la Asociación de Estudiantes Universitarios de San Isidro (Adeusi), Yoel Concepción, y el dirigente comunitario Juan Aníbal Paulino aseguran que los negocios ruidosos operan sin ningún tipo de control, y a la vista de los organismos de inteligencia de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD).

El Consejo hizo un llamado a la Fiscalía de Santo Domingo Este para que intervenga los colmados y demás centros de expendio de bebidas alcohólicas que encienden sus equipos de sonido sin importarles el derecho a tranquilidad de los hogares aledaños.

Quejas y reclamos

Juan A. Paulino
Morador

Esto (San Isidro) es tierra de nadie. Aquí no viene la Policía a patrullar y vigilar las calles porque se cree que la Fuerza Aérea Dominicana nos resuelve el problema de seguridad, pero eso no es así. Hace años tenemos un desorden tremendo con la delincuencia y la criminalidad que nos afecta sensiblemente”.

Luis José Vólquez
Párroco

Hacemos un llamado a la Policía y a la Fiscalía para que intervengan en esta situación. Esta comunidad está cansada. Tiene derecho a vivir en paz, y a la presencia de autoridades que la garanticen. Los delincuentes hacen lo  que les da la gana”.  párroco y presidente del Consejo de Desarrollo”.

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