Luego de que el parqueo de una casa se hundiera súbitamente, los residentes de Los Prados temen que se produzca una situación que pueda incluso atentar contra su vida.El problema va más allá del suceso ocurrido el pasado día 8 en una vivienda situada en la calle Font Bernard. En la calle Max Henríquez Ureña, paralela a la Font Bernard, hace unas semanas se derrumbó también parte de un edificio en proceso de construcción. Este diario supo que Obras Públicas ordenó la paralización de los trabajos, hasta tanto se realicen los estudios de rigor para determinar si ese terreno es apto para edificar una torre como la que se pretende levantar.
El derrumbe tiró al suelo una pared recientemente construida, contigua a una casa que igual sufrió daños parciales en la marquesina. Los dueños de esa vivienda, según confiaron vecinos a elCaribe, dicen que ya no quieren seguir habitando la casa cercana al edificio en construcción, porque aseguran que ya está agrietada y temen que se produzca un desenlace fatal.
El geólogo Osiris de León alertó ayer que de no resolverse “urgente” el problema vinculado al derrumbe de un parqueo en Los Prados pudiera surgir una tragedia de consecuencias impredecibles. De León explicó que en toda el área colindante con la calle Font Bernard, donde el pasado día 8 se desplomó el parqueo de una vivienda, era una antigua laguna que depositó mucha arcilla y produjo un sistema cavernoso que produce agua de forma permanente.
Añade que cuando se construyó el sector Los Prados y otros aledaños, como San Gerónimo y La Castellana, para drenar el agua producida por la lluvia, en vez de construir un alcantarillado sanitario, sus residentes construyeron pozos filtrantes.
“Entonces, cuando llueve, el agua que es conectada a las calles entra al subsuelo a través de los pozos filtrantes y lava la arcilla. La arcilla combinada con el agua se lava”, apunta de León. Añade que como el flujo subterráneo se va llevando de paso la arcilla, este proceso deja un área determinada sin sustentación y se provoca el hundimiento de este terreno.
De León sugiere que para evitar una desgracia se construya un alcantarillado pluvial que lleve todas las aguas de Los Prados, San Jerónimo y La Castellana, hacia el drenaje principal correspondiente a esta zona, que está ubicado en la avenida Núñez de Cáceres, y que termina en el malecón.
De las autoridades no aplicar este correctivo, este es el triste futuro que de León le augura a quienes viven en los referidos sectores: “En un proceso de intensa lluvia pudieran generarse situaciones parecidas a lo ocurrido en la calle Font Bernard, como que colapse uno o varios edificios completos y provoque una gran tragedia”.
Quejas de los vecinos
En la mañana de ayer, los residentes de Los Prados denunciaron que desde el día en que se produjo el hundimiento del parqueo no han recibido apoyo de las autoridades competentes. En las casas vecinas al enorme cráter, sus habitantes están asustados.
Aseguran que los constantes derrumbes del hoyo, producto del desplome, amenaza con derribar igualmente sus residencias y los negocios que funcionan en la calle Font Bernard. Y no es para menos su temor. Pues, desde que se hundió el parqueo, el orificio ha ido ensanchándose cada vez más, situación que empeora por el agua que emana constantemente del agujero. Las quejas de estas personas son más que justificadas.Incluso las prevenciones inmediatas para evitar consecuencias mayores, como colocar barreras de sacos llenos de tierra y cintas amarillas en señal de peligro, fue iniciativa de los propios vecinos y no de las autoridades. “Solo han venido de muchos ministerios y estamentos del Estado, pero no hemos visto un real apoyo”, denunció Wanda Almánzar, gerente general de la empresa Distribuidora de Equipos Industriales y de Seguridad.
Osiris de León
“Es una irresponsabilidad aumentar la densidad sin tomar en consideración las condiciones geotécnicas”.
Peligro
Las autoridades no han dispuesto siquiera un dispositivo de seguridad para evitar que algún curioso caiga a la zona quebrada
Temor
Desde el día del hundimiento, en las viviendas vecinas al enorme cráter sus habitantes están asustados.
