La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) nos recordó que la Ley No. 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo establece en su artículo 29 la necesidad de institucionalizar el sistema de partidos mediante la aprobación y consolidación de un estatuto, en un plazo no mayor de tres años. Ese plazo está a punto de perimir sin que los actores se convenzan y mucho menos se entiendan.
El imperativo de la ley quizás valga de algo, pero conociendo la dinámica de la política y sus líderes, ese apremio no significa nada. Lo real es que la sociedad desea, exige reglas para los partidos y los ciudadanos, que permitan una actuación más equilibrada y ordenada y que contribuyan al adecentamiento de la política.
Mucho se ha hablado. También se han hecho señalamientos, e inclusive acusaciones. Pero las condiciones objetivas no terminan de materializarse. La oposición, aunque desde puntos de vista diferentes, concuerda en la necesidad de una ley. Igual pasa con el partido de gobierno, pero entre sus líderes persisten desacuerdos.
La fecha para la celebración de las elecciones se acerca y no es justo que terminemos en el 2014 sin la ley. Ni siquiera por los intereses de los partidos, sino de la sociedad. No debe haber excusas para que las reglas de juego no se establezcan con propiedad y por esa vía se saquen las malas artes de la agenda de campaña.
Debe aprobarse la ley, sin más esperas. Al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su presidente, lo mismo que al Presidente de la República, les cae una enorme cuota de responsabilidad en solucionar este tema.
El Día
El Día está de fiesta y lo acompañamos en su celebración.
Siempre, en la tradición de la prensa criolla, el aniversario de un diario es una magnífica ocasión para reconocer cuanto aporta en la construcción de la cultura democrática y especialmente en la incorporación de públicos al conocimiento. El Día ha jugado un papel estelar en ese campo.
Felicitamos a Don Rafael Molina Morillo, director, a José Monegro, subdirector y a todo su equipo.
