El acto solemne que encabezó el presidente Danilo Medina para exaltar al Panteón Nacional al Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, cumple con lo que dispone la ley 4-13, promulgada por el Mandatario en febrero último. Fue el día de reconocer a los hombres y mujeres que defendieron la Constitución y la soberanía nacional en las peores circunstancias, como lo hicieron Caamaño y los hombres y mujeres que se sumaron al compromiso de restaurar la Constitución de 1963, con la reposición del gobierno del presidente Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963, por las fuerzas antidemocráticas que traicionaron la Carta Magna para impedir la marcha del proceso democrático.
Bosch, y Segundo Armando González Tamayo, candidatos presidencial y vicepresidencial del PRD, ganaron las elecciones del 20 de diciembre de 1962.
La madrugada del 25 de septiembre de 1963, derrocaron el primer gobierno democrático post Trujillo. Con ese hecho República Dominicana sufrió el resurgir de la represión y el reparto de la hacienda pública.
Como consecuencia del golpe están los mártires de la guerrilla de 1963, la “Guerra de Abril de 1965”, y la segunda intervención militar de Estados Unidos en el siglo XX. Fue una etapa trágica en la vida dominicana. La resistencia tuvo su origen en el atentado a la democracia. La sangre derramada en abril y la herida a la Patria constituyen una parte de la memoria nacional. El 24 de abril fue la ocasión propicia para honrar a los hombres y mujeres que dieron lo más preciado para restaurar el proceso democrático. Con el acto de exaltación del Coronel Caamaño al Panteón Nacional se le ha rendido el honor que merece el héroe de abril de 1965, junto a los hombres y mujeres que asumieron los riesgos que demandaron las circunstancias para sacar del Palacio Nacional el gobierno de facto que establecieron los golpistas de 1963 y luego para enfrentar la intervención militar estadounidense. Los dominicanos y dominicanas han vencido obstáculos para avanzar en la vida institucional. El 48 aniversario de la guerra de abril y la intervención de 1965, nos encuentra con la Constitución del 26 de abril de 2010 que se fundamenta en el respeto a la dignidad humana.
Amplia y garante de los derechos humanos como la de 1963. La exaltación al Coronel Caamaño nos dice que la intolerancia se puede imponer para interrumpir un gobierno constitucional, pero la restauración democrática no hay fuerza capaz de impedirla. Honrar al héroe de abril es exaltar la memoria de los hombres y mujeres que lucharon por el advenimiento de un régimen social y de derecho.