Lucha de Charles Lindbergh contra el sueño

En la obra “La Promesa de Dormir”, el profesor Dement explica las dificultades deLindbergh con el sueño. Inició su vuelo…

En la obra “La Promesa de Dormir”, el profesor Dement explica las dificultades deLindbergh con el sueño. Inició su vuelo 33 horas y media después de pasar más de día y medio sin dormir, preparando su viaje, es decir que pasó casi 70 horas sin dormir al terminar su travesía del Atlántico, en 1927, en su monoplano con un solo motor:

El Espíritu de San Luis, con un solo asiento. Lindbergh cuenta, en su libro sobre su odisea: “Mi mente conecta (clicks) y se desconecta, todo mi cuerpo argumenta torpemente que nada, nada que  la vida puede lograr, es tan deseable como dormir”.

 Lindbergh, fatigado, se durmió varias veces durante el vuelo, y por poco choca con el océano, pero despertó a tiempo.

Es una historia escalofriante, que nos hace pensar en las tragedias individuales y colectivas que han ocurrido y ocurren en el mundo por privación del sueño. Cuando peleamos con el sueño para permanecer despiertos, el cerebro se pone en “auto piloto”, lo que llamamos “conducta automática”.

Todos hemos experimentado esto al conducir el auto en la carretera: no podemos recordar qué pasó o vimos en los últimos 10 ó 15 minutos, a veces más tiempo.

Nos hemos dormido, actuando “razonablemente”sin chocar. Actuamos como un sonámbulo, excepto que despertamos de la vigilia y no del sueño como el sonámbulo.

Dato histórico: Charles Lindbergh, quien tenía 25 años al realizar esta proeza, visitó Santo Domingo en febrero de 1928 al final de una gira de buena voluntad por distintos países.

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