Lucha en el PRSC

Tras la reunión de la alta dirección reformista celebrada el pasado jueves, se ha reactivado la lucha interna en el PRSC. En la reunión de la que escribo, fue aceptada la designación de José Hazim Frappier como presidente interino en sustitución&#82

Tras la reunión de la alta dirección reformista celebrada el pasado jueves, se ha reactivado la lucha interna en el PRSC. En la reunión de la que escribo, fue aceptada la designación de José Hazim Frappier como presidente interino en sustitución de Carlos Morales Troncoso, mientras dure la ausencia de este último; se aprobó destinar RD$5 millones para la campaña interna del candidato que respalda el partido en las elecciones del Colegio Dominicano de Abogados convocadas para el próximo sábado; y se aprobó el listado de poco más de 1,200 delegados con derecho a deliberar en las asambleas de reforma estatutaria y eleccionaria programadas, respectivamente, para los próximos días y  para finales de enero, validado por la Junta Central Electoral. Esos mismos delegados fueron los que aprobaron el año pasado la alianza con el PLD y la candidatura presidencial de Danilo Medina. Todo ocurrió el jueves pasado en forma casi relámpago, al extremo de que un sector del PRSC parece que asimiló las decisiones aprobadas con efecto retardado ya que su reacción, expresada en la red, vino a conocerse casi 48 horas del evento partidario. Me cuentan que el ex senador Hazim, ahora flamante presidente del partido, llegó a la reunión acompañado solamente por su esposa y otras dos personas. Tras el palo dao, salió seguido por casi un centenar de “compatriotas”. Los resultados de la reunión del jueves proyectan lo que será la asamblea eleccionaria de enero, a ojo de buen cubero que conozca las interioridades reformistas. Por eso, para evitar fisuras mayores, muchos creen que se impone la prudencia, razón por la que ya tengo conocimiento de que se están moviendo resortes en procura de negociaciones que eviten que sea puro eufemismo aquello de que no habrán vencidos ni vencedores. En esta lucha, más que el control partidario está en juego también el futuro a corto y mediano plazo del PRSC, sin dejar a un lado el rol de la organización para las elecciones presidenciales de 2016. Que nadie se chupe el dedo…

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