Me gusta que la esperanza, el optimismo, enfocar el lado más amable de las cosas, sean orientaciones transversales en mis mensajes.
Ante el impacto de ciertos eventos humanos, también es imposible soslayar lados tristes ni evitar abatimiento. Como cuando se reconfirma la realidad de violencia que acecha a cualquier persona sobre la faz de la tierra, crudamente patente en el asesinato del comunicador Claudio Nasco.
“Antes tenía un mensaje que llevar, ahora ya no lo tengo…, ya no creo en un mundo mejor”, reflexión de Sir Winston Churchill de fuerte carga de tribulación y derrotismo, con la que a veces no queda más que identificarse a plenitud. Paz al alma de Claudio y justicia. l
