La población dominicana se conduce mayormente como conformista. Los políticos y sus socios hacen lo que quieren con el país, a la medida de sus ambiciones personales y lo aceptamos, a partir de lo poco “bueno” que nos den en lo particular. Nuestras comunidades pobres se quejan eternamente de los mismos problemas: falta de agua, de luz, calles en mal estado, insalubridad, ancianos abandonados, inseguridad, injusticias, desempleo. Sin embargo, seguimos mansamente votando por los culpables tradicionales de todo eso y adicionalmente les imploramos ayudarnos. Decía el maestro espiritual hindú Juddu Krishnamurti que “no es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”. Tenemos pendiente la tarea de vencer nuestra perniciosa resignación.
Mala conformidad
La población dominicana se conduce mayormente como conformista. Los políticos y sus socios hacen lo que quieren con el país, a la medida de sus ambiciones personales y lo aceptamos, a partir de lo poco “bueno” que nos den en lo particular.…
